La Muntaner acoge "El último bolero", una obra crítica con la sociedad cubana

El rechazo a la diferencia, el estigma de la homosexualidad y la incomprensión hacia el exiliado fueron hasta hace no muchos años posturas habituales en la sociedad cubana. Aunque en la actualidad la población de la isla es mucho más tolerante, las autoras cubanas Cristina Rebull e Iliana Prieto (hermana de un ministro del gabinete de Fidel Castro) decidieron resaltar estos vicios en su primera obra teatral: El último bolero. La pieza crítica, que se estrenó en Cuba el pasado año, se presenta a partir de hoy en la sala Muntaner de Barcelona. La obra pivota sobre los temas centrales de la homosexualidad y la incomunicación. Está protagonizada por Verónica Lynn, una de las actrices más populares y elogiadas en el país caribeño, quien también firma la dirección del espectáculo, y por la propia Rebull. La pieza presenta el reencuentro en Cuba de Sofía, exiliada en Estados Unidos durante los últimos 17 años, y su hija Beatriz. La madre abandonó Cuba tras su hijo, al que considera enfermo por su condición de homosexual, mientras que Beatriz se negó a dejar su tierra de origen. Durante los años de separación, la joven, que se siente poco querida y desamparada por su progenitora, ha rechazado cualquier contacto con ésta. El reencuentro propicia el ajuste de cuentas de ambas con el pasado. Bolero "La obra es muy cubana, tiene mucho de nuestra identidad, es melodramática y graciosa, como nosotros somos", afirma Lynn, quien describe su personaje como "una madre superprotectora como lo son todas las cubanas, quizá algo egoísta, que no ha sabido amar a su hija como ella quería". Rebull, quien además de actriz y autora de la obra es guionista, cantante -consiguió el tercer lugar para Cuba en el festival de la OTI en 1996- y escritora, explica que el montaje permite al espectador transitar por una amplia gama de emociones, y ahí radica el título con el que lo han bautizado: "Sofía es un bolero, Beatriz es un bolero y su encuentro es también un bolero. Porque un bolero es muy melodramático, pero con él te puedes reír, te puedes enamorar... ". Iliana Prieto señala que, a través del diálogo entre la madre y la hija, la obra retrata un momento de la historia cubana reciente -ubicado en la década de los ochenta, con el exilio masivo de ciudadanos "para decir que todo lo que pasó entonces no debe volver a ocurrir"-. El último bolero forma parte de un doble programa cubano que ofrece estos días la sala Muntaner. El otro espectáculo del ciclo es La verdadera culpa de Juan Clemente Zenea, el montaje de la primera obra del escritor y dramaturgo Abilio Estévez. La obra recrea el encarcelamiento y fusilamiento de uno de los más importantes poetas cubanos del siglo XIX. Además de estos dos espectáculos, la sala acoge también la propuesta cómica de la payasa Pepa Plana De Pe a Pa, que prorroga en sesiones golfas.