La policía desaloja a cien taxistas que ocuparon la sede de la Gremial

Miembros del Cuerpo Nacional de Policía desalojaron al mediodía de ayer a cerca de cien taxistas que habían ocupado la sede de la Asociación Gremial del Taxi, en la calle de Santa Engracia, con el fin de pedir la dimisión de su presidente, Eladio Núñez.Ramón Luján, portavoz de los manifestantes, explicó que fueron "maltratados" y sacados "a empujones de la sede", y que además se les negó el derecho a informarse "y a opinar". Según la Jefatura Superior de Policía, no hubo "altercados en la actuación llevada a cabo por los agentes" para desalojar la sede de la Gremial.

El presidente de la Asociación Gremial del Taxi, Eladio Núñez, dijo a Europa Press que si el sector quiere reemplazarle puede pedir un voto de censura, tal y como establecen los estatutos de la organización, o bien esperar a las elecciones, que deberán celebrarse el próximo octubre. "No vamos a dejar que tomen la Gremial por asalto o bajo presiones", manifestó.

Los taxistas, que abandonaron la concentración en la calle de Santa Engracia a las seis de la tarde, no se sienten representados por la Asociación Gremial del Taxi y reclaman la celebración de una nueva asamblea, ya que la última se levantó sin que se aprobaron los presupuestos de la asociación, que representa al 70% de los 15.500 taxistas que circulan en Madrid.

Asamblea pendiente

Según el presidente de la Gremial, la última asamblea, celebrada el pasado 25 de junio, se levantó por un problema de "alteración del orden". "Convocaremos otra asamblea cuando los abogados de la asesoría jurídica de la asociación nos lo indiquen, y en todo caso, dentro de los seis primeros meses del año, como indican los estatutos".Ramón Luján explicó que la asamblea de taxistas se levantó porque el sector estaba en contra de la junta directiva. "La cúpula de la asociación ha tomado la solución más fácil: encerrarse en sus despachos y enfrentarnos a la policía".

Los taxistas concentrados ayer tienen previsto volver todos los días, hasta lograr que Núñez les atienda. "Exigimos", dice Luján, "que la asociación defienda los intereses del sector; entre ellos, la reducción de jornada". "Mientras en todos los sectores se está luchando por las 35 horas", prosiguió, "en el taxi se trabajan hasta 18 horas diarias para malcomer, porque nos fríen a impuestos". También lamentan los manifestantes el alto precio que tienen que abonar por los nuevos indicadores luminosos de tarifas o los nuevos taxímetros, que deben sustituir antes del 2002. "Sabían los precios desde el 14 de septiembre y se los han callado y no han reaccionado hasta que el sector se les ha echado encima", agrega Luján .

Eladio Núñez asegura que el indicador luminoso elegido es más caro que en otras provincias, porque es el más completo, y con las ayudas oficiales sale por unas 10.000 pesetas.