Fallece en Barcelona el pintor realista suizo Rudolf Häsler a los 71 años

"Nunca la obra de arte será más grande que el hombre que la crea". Esta frase de Rudolf Häsler encabezó el catálogo de la exposición que realizó el pasado mes de junio en el claustro del Monasterio de Sant Cugat del Vallès, localidad en la que residía desde 1971. La frase resume el humanismo que defendía Rudolf Häsler, artista suizo que falleció el pasado domingo de un paro cardiaco a los 71 años de edad. El entierro se celebró ayer en Sant Cugat. Nacido en 1927 en Interlaken (Suiza), Häsler fue toda su vida un viajero impenitente que en muchas ocasiones reflejaba los paisajes y las gentes que encontraba a su paso en unos cuadros de un realismo minucioso, casi fotográfico, que llevaron a considerarlo como un pintor hiperrealista. En parte porque este movimiento surgió en los años setenta, aproximadamente en las mismas fechas en que la obra de Häsler, anteriormente oscilante entre la abstracción y una figuración de influencia fauvista, se centraba en los paisajes urbanos de las urbes estadounidenses. Amante del arte gótico y de los primitivos italianos, Häsler trabajaba sus pinturas a base de múltiples veladuras que le relacionan, según los expertos, con una amplia tradición de pintura europea. El artista, del que actualmente puede verse una exposición en la barcelonesa galería Atelier, había realizado múltiples exposiciones internacionales. En Cataluña, sus trabajos se habían podido ver en exposiciones realizadas en el palacio de la Virreina, la Real Capella de Santa Àgata o el Palau Güell.MÁS INFORMACIÓN EN LA PÁGINA 43