El PP y el PSOE insisten en que el foro de Lizarra condene la violencia

Los partidos no firmantes del Pacto de Lizarra recibieron ayer con escepticismo la oferta de acercamiento realizada por este foro. El PP, el PSOE y UPN insistieron en que debe condenar la violencia. Sólo la CDN, la formación de Juan Cruz Alli, se mostró dispuesta a escucharlo, aunque reiteró que debe pronunciarse contra los violentos. Ayer dos encapuchados incendiaron un cajero automático y trascendió una nota atribuida a Jarrai, las juventudes del Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV), contra la Guardia Civil.

No se logró un acuerdo para condenar explícitamente la violencia en la última reunión de los firmantes del Pacto de Lizarra. Pero en el encuentro de los partidos, antes del pleno, se debatió en profundidad la postura que el foro habría de tomar contra la violencia en el País Vasco. Todos se comprometieron a dedicar la próxima reunión de la Permanente, a celebrar en unas semanas, a fijar la actitud que las organizaciones firmantes deben adoptar.A pesar de ello, los partidos no firmantes de Lizarra, fundamentalmente el PP, el PSOE y Unión del Pueblo Navarro (UPN), se mostraron en contra de los acuerdos y exigieron nuevamente que el foro condene taxativamente las acciones violentas. Carlos Iturgaiz, presidente del PP vasco, aseguró que no habrá posibilidad de diálogo en tanto no se rechacen. En relación con el acuerdo de los firmantes de "socializar" el pacto ofreciéndoselo a los no firmantes, Iturgaiz les recomendó que se "ahorren el viaje" y recalcó que no está dispuesto "a hacer publicidad" de este foro. El PSOE también insistió en pedir una condena formal. El candidato a la presidencia del Gobierno, José Borrell, rechazó el pacto, al igual que la dirigente vasca Rosa Díez.

Lo cierto es que el lehendakari, Juan José Ibarretxe, en declaraciones a distintos medios, señaló que es "incompatible hacer política con la violencia" y mostró su confianza en incorporar otras "sensibilidades" a Lizarra.

Pero las sensibilidades no van por ese camino. En la misma línea del PSOE y el PP, Alberto Catalán, portavoz del grupo parlamentario de UPN, dijo que nunca estará en ese foro mientras no condene la violencia. Sólo Juan Cruz Alli, presidente de Convergencia de los Demócratas de Navarra (CDN), se mostró dispuesto a escuchar a los firmantes de Lizarra, aunque insistió en el abandono de la lucha callejera.

IU-EB fue la que llevó a la reunión de partidos la necesidad de pronunciarse contra la violencia. Javier Madrazo, responsable de IU-EB, explicó ayer: "No seremos los tontos útiles del acuerdo. Hemos logrado un compromiso firme que confiamos se resuelva en una declaración formal contra estos hechos. En caso contrario, nos plantearíamos nuestra permanencia en ese foro".

Pero ayer mismo el parlamentario de EH y secretario general del sindicato LAB, Rafael Díez Usabiaga, en declaraciones a Europa Press, afirmó que no cree conveniente que el foro de Lizarra deba debatir la kale borroka (violencia callejera). A su juicio, dada la actual situación, no es discutible la legitimidad de estos actos violentos, aunque sí considera que se debe reflexionar sobre el "efecto político disolvente" que pueden ocasionar este tipo de actuaciones.

En la decisión de Madrazo de esperar a la próxima Permanente influye el que el documento consensuado entre el PNV y EH haya sido sustancialmente modificado en la línea solicitada por IU. No habrá un estructura organizativa amplia -se reduce a la contratación de un administrativo- ni tampoco se tomarán los acuerdos por mayoría simple, y desaparece la expresión "hacer un Lizarra en cada pueblo" como proponía el documento del PNV y EH. IU-EB, según Madrazo, se siente "moderadamente satisfecha con los cambios".

Satisfacción moderada tal vez porque, aunque se ha rebajado la campaña de difusión del acuerdo, el nuevo documento sí mantiene lo que llama "trabajos de socialización", que, en definitiva, no son más que una amplia operación de imagen con mítines, ruedas de prensa y presentaciones del pacto a organizaciones no firmantes -desde el PP, el PSOE, CC OO y UGT hasta la banca y la Iglesia-, a las que se pedirá su colaboración directamente y a través de su entorno. Para Madrazo, Lizarra es un puente entre este pacto y el de Ajuria Enea.

Mientras tanto, en la madrugada de ayer, dos encapuchados atacaron con un cóctel molótov un cajero automático de la Kutxa en Irún (Guipúzcoa).

También se hizo pública ayer una nota recibida en el cuartel de la Guardia Civil de Algorta-Getxo, asaltado el pasado 5 de enero. Aunque no lleva firma, la Policía se la atribuye a Jarrai, las juventudes del MLNV. El texto acusa a las Fuerzas de Seguridad de no ser "más que [una] traba al proceso de paz que se quiere llevar a cabo actualmente en Euskal Herria". Asimismo, advierte de que seguirán siendo "objetivos de acciones similares a las del día 5 de enero". Y por su parte, la portavoz de CCOO de Correos, Rosa García, aseguró que los encapuchados que incendiaron anteayer la oficina de Correos de Rentería (Guipúzcoa) sólo desalojaron a dos empleados pero no a otros ocho que trabajaban en la segunda planta del edificio. "Vivieron momentos de gran tensión y de pánico", afirmó García a Efe.