Sumar sentimientos y sensores
La inauguración de cinco exposiciones el pasado viernes en Girona ejemplifica uno de los principales objetivos de la bienal de arte contemporáneo Visions de Futur: rescatar la creación de vanguardia de Barcelona y expandir el mapa artístico catalán. Una comitiva trazó un itinerario urbano inaugurando las diversas exposiciones, que se engloban en un tema común: la intimidad ante la tecnificación de la vida y el poder de los medios de comunicación. En el Museo de Arte pueden contemplarse fotomontajes de desnudos yacentes en los que los pastos de Suiza se funden con el cuerpo de la propia autora: Mayte Vieta. Las superposiciones fotográficas, en blanco y negro, insinúan los movimientos de la agonía o del sueño y conducen al espectador hacia un territorio de "dolor placentero". Grandes espejos multiplican los cuerpos de hierba y luz. Nacho Criado expone en el Colegio de Arquitectos una serie de dibujos y esbozos centrados en algunos de sus temas predilectos: el desprendimiento de las bóvedas y el contraste entre positivo y negativo. El mismo artista es el responsable de otra de las exposiciones más sorprendentes: Espacio desértico. Criado la define como una disposición de elementos que al final configurarán la pieza. Una de las salas se ha cerrado a cal y canto durante 15 días. En su interior, unos ventiladores -los llamados "agentes colaboradores"- trabajan en silencio para dar forma a unas dunas de arena. La obra sólo es visible desde otra sala, por circuito cerrado de televisión. Criado relaciona este trabajo con creaciones minimalistas en las que utilizó revistas de arte y las termitas como "agente colaborador". El espacio sellado donde la instalación va tomando forma es la metáfora de la descomposición de un cuerpo en un ataúd. Los vídeos del artista plástico y músico Carles Congost, en la Casa de Cultura, introducen al espectador en el proyecto Congosound, un mundo multicolor, frívolo, lleno de glamour y música electrónica de baile. Su actriz protagonista, Jessie, una joven modelo de origen oriental, permite al autor exteriorizar una visión artística desenfadada y feliz, deudora de la estética pop publicitaria y de la cultura juvenil contemporánea. Congost rechaza cualquier inquietud crítica y su discurso elude enfrentar la alta y la baja cultura. El proyecto tiene un videoclip y un disco de vinilo en el mercado. En la galería Espais, Pep Dardanyà, con Souvenirs, encierra al espectador en una cabina oscura donde un reportaje etnográfico con una banda sonora de peep show le hace ver que los viajes exóticos del turista occidental ocultan una mirada pornográfica. La guinda al desembarco vanguardista la puso el concierto performance de Kònic Thtr, que llevó al clímax la relación entre intimidad y tecnología. El proyecto Visions de Futur acaba a finales de este mes.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.