Vodafone y Airtouch crean el primer grupo mundial de telefonía móvil
La empresa británica pagará a la norteamericana 47.600 millones de euros
La batalla por el control de la primera operadora independiente americana en telefonía móvil, AirTouch Communications, quedó resuelta este fin de semana con la victoria del líder británico del sector, el grupo Vodafone. El acuerdo se anunció a última hora del viernes tras la inesperada retirada de las negociaciones de Bell Atlantic, la compañía regional americana que hizo una primera oferta de 45.000 millones de dólares el 5 de enero. AirTouch ha aceptado la oferta de Vodafone por 56.000 millones de dólares (47.600 millones de euros, ocho billones de pesetas).
Esta oferta supone 97 dólares por acción, según la cotización del viernes al cierre de los mercados bursatiles. El acuerdo, presentado por ambas partes como una fusión, creará la más importante empresa en telefonía celular del mundo, con una valor de mercado de 110.000 millones de dólares (128.000 millones de euros). El nuevo gigante operará bajo el nombre de Vodafone AirTouch y estará presente en 23 países, incluido España, y cuatro continentes. Podrá enfocar sus servicios decomunicación a cerca de 1.000 millones de usuarios potenciales, convirtiéndose en un genuino operador global. Los clientes combinados y actuales del nuevo líder mundial se estiman por encima de los 23 millones.Hasta la fecha, tan sólo el consorcio Iridium, creado el pasado noviembre, ofrece un servicio global a sus clientes, pero sus teléfonos móviles se comercializan en torno a los 3.000 dólares y una llamada internacional cuesta una media entre dos y siete dólares por minuto. Laaparición de un rival directo llevará a la bajada de las tarifas y a la posibilidad de poder hacer una llamada por un teléfono móvil desde y hasta cualquier parte del mundo.
"Vodafone AirTouch tendrá el tamaño y los recursos financieros para sacar partido de las oportunidades futuras y se convertirá en fuerza líder de la industria de la telecomunicación,no sólo del sector de la telefonía sin cables", señaló Sam Ginn, director ejecutivo del operador americano en el comunicado emitido desde su central de San Francisco.
Según los términos del acuerdo, los accionistas de AirTouch recibirán cinco acciones ordinarias de Vodafone y nueve dólares en metálico por cada una que poseen en la compañía californiana. Esta oferta, aprobada por la junta directiva de ambos grupos, parece garantizar el visto bueno de los accionistas de AirTouch para poner en marcha el nuevo operador global.
Sus máximos reponsables esperan concluir la fusión en la segunda mitad del año tras superar los obstáculos legales en materia de competencia. El director ejecutivo de Vodafone, Chris Gent, mantendrá su cargo en la nueva compañía, cuya central seguirá ubicada en Newbury, en el condado inglés de Bershire. Ginn, por su parte, accede a la presidencia del grupo y ambos operadores se repartirán equitativamente los 14 puestos de la junta directiva y del equipo de gestión.
"La fusión es una alianza magnífica de dos operadores líderes en telefonía móvil. Compartimos una visión de las comunicaciones móviles como la plataforma principal de las comunicaciones de voz y datos en el siglo próximo y tenemos el personal y capital para ponerla en práctica", aseguró Gent.
La fusión permitirá la entrada del gigante británico en el mercado americano, valorado en unos 30.000 millones de dólares (35.000 millones de euros), y la expansión de sus operaciones en Europa. Salvo en Alemania, donde ambos tienen intereses en compañías rivales, los nuevos socios no compiten en ningún otro país europeo. Las operaciones de Vodafone, en asociación con agentes nacionales, se extienden por Francia, Suecia, Grecia y Holanda.
AirTouch, por su parte, opera en España, Portugal, Italia, Bélgica, Polonia y Rumanía.
La creación del operador global supone un revés para los planes de expansión de Bell Atlantic, inicialmente la primera compañía interesada en adquirir AirTouch. Pero con sus acciones en descenso desde la entrada en la puja de Vodafone, con una oferta inicial estimada en 55.000 millones de dólares, la retirada de Bell se interpreta como un ejercicio para salvaguardar el éxito de su fusión con GTE, valorada en 60.000 millones de dólares. Otros presuntos interesados en la compañía californiana, la americana MCI WorldCom y la alemana Mannesmann, no llegaron a materializar sus respectivas ofertas.
Los analistas esperan nuevas absorciones y alianzas que llevarán a la consolidación de la concurrida industria de las telecomunicaciones. La creciente competitividad del mercado ha fomentado una ola de fusiones, aseguran.
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