La amenaza de dimisión de Santer desactiva la posible censura a la Comisión

La crisis que el martes amenazaba con hacer saltar por los aires a la Comisión Europea que preside Jacques Santer perdió ayer todo su potencial destructivo. El propio Santer lanzó un órdago al Parlamento Europeo y amenazó con dimitir si reprobaba la actuación de los comisarios Manuel Marín y Edith Cresson. La perspectiva del vacío político que tal decisión crearía en momentos tan importantes como los actuales para la UE y el altísimo coste que supondría contribuyeron a que los democristianos de la Eurocámara reconsideraran su posición favorable a la censura, si bien el grupo quedó partido en dos mitades. En estas condiciones, se da por hecho que hoy no habrá recusaciones individuales y es probable que, si llega a votarse la moción de censura, se haga con el sentido constructivo.