Información y publicidad

Lo del Telediario, primera edición, del pasado sábado 9 de enero me parece un abuso, una burla a los telespectadores que pretendemos mantenernos "informados" a través de una cadena pública, aparentemente libre de cortes publicitarios en sus noticiarios.Para mi asombro, entre las noticias comunes de un informativo, me encuentro con la rabiosa actualidad de que el diario El Mundo va a lanzar dos nuevos coleccionables. Noticia de unos treinta segundos, narrada íntegramente por el presentador del telediario (los que entienden algo de publicidad saben que da más credibilidad) y que me daba la impresión de encontrarme ante una teletienda o un escaparate de El precio justo. ¿Debería darles las gracias por "informarme" de tan maravillosa oferta cultural o pedirle al director de Informativos, señor González-Ferrari, que me aclare los criterios periodísticos que orientan la selección de información para el ente público?

Y no se trata de un hecho aislado. Durante las navidades ya vimos en titulares de los telediarios de TVE, como noticia del día, los resultados tan favorables para Aznar de una rutinaria encuesta publicada en El Mundo. Desmesura sospechosa cuando en ninguno de los informativos de otras cadenas, que responden a intereses económicos e ideológicos distintos entre sí, aparecía tal información ni por asomo. De nuevo nos topamos con la imparcialidad, la objetividad, la actualidad, la pluralidad... que debiera caracterizar a una cadena pública.

Lo triste y vergonzoso, lo verdaderamente indignante, es que los medios de comunicación estatales se pongan al servicio de intereses privados y de los Gobiernos de turno. Independientemente de que reciba o no subvenciones del Estado, RTVE sigue siendo un organismo público y debería satisfacer las necesidades informativas de todos los ciudadanos en lugar de favorecer gratuita y descaradamente las necesidades publicitarias de unos cuantos amigos del Gobierno.-