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Las últimas lluvias retrasan un mes la alerta de la Generalitat para reducir el consumo de agua

Las lluvias registradas el pasado fin de semana dan un pequeño respiro a la escasez de agua que padece hoy gran parte de los embalses catalanes. Por el momento, la lluvia recogida estos días permite retrasar un mes la alerta para reducir el consumo de agua por la baja situación de las reservas hidráulicas. Según datos facilitados ayer por la Junta d"Aigües, los embalses interiores estaban a un 36,70% de su capacidad. Los expertos prevén que entre hoy y mañana las reservas aumenten gracias a la nieve fundida que todavía ha de bajar de las laderas de las montañas hacia los pantanos.

Para Josep Andreu Clariana, subdirector de la Junta d"Aigües, la situación actual dista mucho de la vivida en 1983 y 1989, cuando los embalses catalanes registraban reservas inferiores al 20%. "Hoy no estamos en una situación dramática", explica Clariana, "pero venimos de un verano que ha sido el más seco de los últimos 10 años; hace tiempo que no llueve en muchas zonas y gran parte del agua que cae es absorbida por la tierra y no llega a los pantanos". Desde la Junta d"Aigües se está a la espera de ver cómo evoluciona la situación meteorológica en lo que queda de invierno y durante la primavera, meses en los que se esperan mayores precipitaciones. Clariana recuerda: "Esto del agua es como la economía, va a épocas; ahora estamos en una fase del ciclo en el que ha de llover menos que en los años anteriores". El sur de Cataluña, concretamente el delta del Ebro, es actualmente la zona más afectada por la sequía, ya que es donde menos precipitaciones se han registrado durante el pasado fin de semana. El pantano de Ulldecona, en la comarca tarraconense del Montsià, estaba ayer prácticamente seco, con sólo 22 metros cúbicos de los 11 hectómetros que tiene de capacidad. Problemas para regar El secretario de la comunidad de regadío de Ulldecona, Manuel Queralt, asegura que muchos payeses todavía no saben si plantar algunos cultivos ante las dificultades con las que se podrían encontrar más adelante a la hora de regar las futuras cosechas. "Por ahora nos abastecemos gracias a un par de pozos, pero veremos en la primavera qué pasa", explica Queralt. De esta comunidad de Ulldecona dependen 1.800 regantes de la comarca, que, junto con el Baix Ebre, cuentan con más de 3.000 pozos registrados para sacar adelante con aguas freáticas los cultivos de naranjos, hortalizas y fruta dulce. Los ocho embalses que dependen de la Generalitat -que son los de aquellos ríos que nacen y mueren en Cataluña- suman hoy una reserva total de 230 hectómetros cúbicos de agua, cuando su capacidad máxima podría llegar a los 627 hectómetros cúbicos. Al margen del de Ulldecona, que depende de la cuenca del Júcar, el que se encuentra peor es el embalse de Boadella (Alt Empordà), a un 20,08% de su capacidad. Le sigue el de Ruidecanyes (Baix Camp), con un 26,47%. El más importante, el embalse de Sau y Susqueda, que suma 401 hectómetros cúbicos, está al 35,48%. Por su parte, la cuenca del Ebro, que engloba también la parte aragonesa, es la que en estos momentos almacena más agua. Sus pantanos estaban ayer al 65% de su capacidad, según informó la Confederación Hidrográfica del Ebro. El embalse de Riba-roja es el único que se encuentra a pleno rendimiento. El pantano de más capacidad de esta zona hidrográfica, el de Canyelles, del Noguera-Ribagorçana, está al 62% de su rendimiento. Desde la Confederación Hidrográfica del Ebro se ve la situación con menos preocupación, aunque reconocen que sus estadísticas indican que en los últimos cinco años se ha registrado una media de capacidad superior a la actual. Confían que en primavera, con el deshielo de la zona pirenaica, las reservas hidrográficas se normalicen. Al albur de lo que depare la meteorología en los próximos meses, la Consejería de Política Territorial y Obras Públicas viene trabajando desde hace tiempo en la posibilidad de conseguir el trasvase del Ródano. Este río francés aseguraría, vía Montpellier, las necesidades de Cataluña. Este asunto ha llegado incluso al Parlamento Europeo, en el que una iniciativa socialista busca el trasvase hacia el Ebro para que los excedentes del norte acaben con las sequías de toda la península ibérica. Los ecologistas ya han mostrado su rechazo. El pasado verano, diferentes catedráticos de Ecología avisaron de que este río presenta una fuerte contaminación.

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