Los conservadores franceses siguen sin librarse del espectro del FN
La tumultuosa elección del sucesor del presidente del Consejo Regional de Ródano-Alpes, Charles Millon, elegido en su día con los votos del Frente Nacional, situó ayer la derecha francesa ante los viejos fantasmas de división e impotencia frente al juego de la extrema derecha que creía haber conjurado. Aunque la dirección central de los grandes partidos Unión por la República (RPR) y Unión por la Democracia Francesa (UDF), particularmente el propio Philippe Séguin, dirigía directamente los movimientos para alzarse con la presidencia de la región, la derecha volvió a evidenciar clamorosaente su falta de cohesión. Sostenida por los líderes locales, entre ellos Raymond Barre, alcalde de Lyón, la candidata de la Alianza RPR-UDF Anne-Marie Comparini desoyó las ordenes de los estados mayores de que retirara su candidatura para no tener que recabar los votos de la extrema derecha o de la izquierda. Reagrupada en bloque en torno al candidato Jean-Jacques Queyranne, el hombre que ha sustituido en los últimos cuatro meses al ya restablecido ministro de Interior, Jean-Pierre Chevènement, la izquierda expuso reiteradamente su disposición a apoyar a la candidata de la derecha democrática siempre que reclamara abiertamente sus votos y rechazara toda colaboración futura con la extrema derecha. Pese a contar con la candidatura más votada, un total de 60 votos contra los 19 de la de UDF-RPR, la izquierda plural estaba dispuesta a renunciar al puesto, vistas las dificultades que encontraría a la hora de hacer elegir a los vicepresidentes. Para contribuir a la confusión, a difuminar las líneas que separan a la derecha y la extrema derecha, Millon presentó en la tercera votación la candidatura de Jean-François Chossy, diputado de la UDF.Durante las dos jornadas de debates y votaciones, suspendidas en 15 ocasiones, el espectáculo ofrecido por los consejeros regionales de Ródano-Alpes no ha podido ser menos edificante. El clima se deterioró hasta el punto de que Barre evocó la conveniencia de reclamar al Consejo de Ministros la disolución de la Asamblea regional y la convocatoria de nuevas elecciones.
