_
_
_
_
EL NUEVO GOBIERNO VASCO

El PP vasco se replantea su participación en la nueva mesa por la paz que convocará Ibarretxe

Luis R. Aizpeolea

La nueva advertencia que el jefe del Gobierno, José María Aznar, hizo ayer a Herri Batasuna sobre la incompatibilidad del diálogo y la nueva escalada de violencia en Euskadi tiene ya dos efectos: el replanteamiento del PP vasco a su participación en la mesa de partidos que el lehendakari, Juan José Ibarretxe, ha anunciado y el alejamiento de las expectativas de un encuentro en La Moncloa entre Aznar y una representación de HB. Este mismo mes sí se entrevistarán Aznar e Ibarretxe. El nuevo lehendakari telefoneó a Aznar el pasado 29 de diciembre y acordaron verse próximamente.

Más información
Rato dice que ir a las elecciones no supone ser demócrata
Belloch insta a los populares a romper sus pactos con el PNV
UN GOBIERNO CON AUSENCIA.

El pasado 18 de diciembre, Aznar, en su última declaración oficial sobre el incipiente proceso de paz en el País Vasco, expresó su intención de introducir a HB entre los partidos con los que mantiene contactos habituales para abordar dicho proceso. "Espero que a este diálogo, en una situación política normalizada, puedan incorporarse también todas las fuerzas políticas presentes en el Parlamento vasco", dijo Aznar en La Moncloa.La permanencia del terrorismo de baja intensidad, con los recientes ataques con cócteles mólotov a las viviendas de la Guardia Civil en Getxo (Vizcaya) y a una cafetería de un miembro del PP en Bilbao, supone un "estancamiento" en el incipiente proceso de paz, según fuentes del Gobierno, cuya primera consecuencia es que se alejan las expectativas de diálogo que Aznar planteó con HB. Las mismas fuentes recuerdan que el jefe del Ejecutivo aclaró que ese diálogo sólo se produciría en una "situación política normalizada".

"Sólo hay violencia"

La segunda consecuencia es que el PP de Euskadi se replantea participar en la mesa de partidos para debatir el proceso de paz que ha anunciado el lehendakari y a la que también será convocada HB. Fuentes del PP señalaban que este partido "no puede participar en la misma mesa de diálogo que HB mientras esta coalición no condene los atentados que realiza ETA. No hay violencia de alta o baja intensidad. Sólo hay violencia".

Fuentes gubernamentales insistían también en que tanto el Ejecutivo como el PP vasco ya han hecho "el esfuerzo de no exigirle a HB que condene las actuaciones pasadas de ETA". Y agregan: "Pero lo que ya no puede tolerarse es que trate de participar en un diálogo por la paz sin condenar los atentados que se producen ahora".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Una tercera consecuencia del mantenimiento del terrorismo de baja intensidad es su incidencia negativa en los planes del Gobierno de flexibilizar su política penitenciaria. El Gobierno se remite a la declaración de Aznar del pasado 2 de octubre en la que anunció que acompasaría la política penitenciaria a la marcha del proceso de paz en Euskadi. En esta perspectiva, desde el Gobierno ven "muy difíciles" nuevos pasos en la dirección del acercamiento de presos, de pases al tercer grado si no se produce una distensión por la otra parte.

A lo que sí está dispuesto Aznar es a entrevistarse, y lo hará este mismo mes, con el lehendakari. Éste, el mismo día de su nombramiento, el pasado día 29, telefoneó a Aznar, que se encontraba en Baqueira-Beret, y le pidió un encuentro para abordar la situación política del País Vasco en su conjunto. Fuentes de la Moncloa afirman que, aunque aún no hay una fecha fijada para la reunión, se celebrará próximamente.

Ibarretxe trata de mantener buenas relaciones con Aznar. Quiere superar la imagen de un Ejecutivo nacionalista aislado y tratará de intensificar sus lazos con el Gobierno del PP. La disposición oficial de Aznar es también la de mantener "relaciones estables". No obstante, el Ejecutivo central contempla con cierto escepticismo sus relaciones con el vasco. Además de las diferencias sobre política penitenciaria, tampoco van a ser fáciles las relaciones en el terreno del desarrollo autonómico.

El Inem

Ibarretxe, en el debate de su investidura en el Parlamento de Vitoria, el pasado día 29, planteó como reclamación irrenunciable el traspaso del bloque socio-económico del Estatuto de Gernika, empezando por la cuota de formación del Inem. Las posiciones del Gobierno central sobre esta cuestión no han variado. Los ministros de Economía, Rodrigo Rato, y de Trabajo, Javier Arenas, se hacen eco de la firme oposición a dicho traspaso por parte de las patronales y los sindicatos nacionales.

Pero el mayor temor del Gobierno es que el Ejecutivo vasco se limite a ser correa de transmisión de los acuerdos contraídos por los partidos que le respaldan, PNV y EA, en el Pacto de Lizarra. En el Gobierno central no pasa desapercibido que Idoia Zenarruzabeitia, nueva vicelehendakari, sea una persona de la total confianza del aparato del PNV, dónde ha ejercido de secretaria de la Ejecutiva. Sabin Intxaurraga, consejero de Justicia (EA), ha participado de manera muy activa en la gestación del Pacto de Lizarra (Estella). El nombramiento de Javier Balza en Interior es el más celebrado en el Gobierno central.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_