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El obispo de Girona lamenta el retroceso del catalán hablado

El obispo de Girona, Jaume Camprodon, lamenta "el retroceso" que ha sufrido el catalán hablado e insta "al pueblo" a que actúe al respecto. "La historia nos pedirá cuentas", asegura. Camprodon dedica su habitual escrito de la hoja parroquial, que se distribuirá el próximo fin de semana en las iglesias de su diócesis, a la memoria de Pompeu Fabra, y considera que se ha hablado "demasiado poco" de la reciente conmemoración del 50º aniversario de su muerte, teniendo en cuenta "la trascendencia de su obra". "Si hay que revisar la obra de Pompeu Fabra no me toca a mí decirlo", añade el obispo, "pero pienso que todo organismo vivo, como es el catalán, es lógico que sea sometido a revisiones periódicas". Según Camprodon, "en los últimos años se ha hecho un esfuerzo para la inmersión del catalán en la escuela, pero, a la hora de hablarlo, quizá en los patios de la misma escuela, parece que en bastantes lugares ha sufrido un retroceso". Para el obispo, "el pueblo y los jóvenes, especialmente, más que las instituciones, son quienes tienen la palabra". "La historia nos pedirá cuentas", añade, ya que el cincuentenario de la muerte de Fabra, "es una ocasión para el reconocimiento y, a la vez, para revisar responsabilidades". Camprodon recuerda que Fabra "salvó la lengua en unos momentos sociales y políticos nada propicios" y que "fue gracias a que se contó con una lengua gramatical y literariamente normalizada, que el Concilio Vaticano II autorizó progresivamente el uso de la lengua del pueblo en la liturgia, y la versión catalana de los diferentes textos ha podido aparecer puntualmente desde el primer día".

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