JORGE DRAGÓN ARTISTA "Ocupar un espacio como Internet es fundamental en el arte del fin de siglo"

Acaba de ganar la X Beca Picasso de Artes Plásticas. Esto, unido a la adquisición en el Certamen Unicaja de Artes Plásticas de un díptico sobre la inmigración o su reciente instalación en Art Futura, le confirma como uno de los creadores andaluces del momento. Jorge García Rojas, Jorge Dragón, (Málaga, 1956), ha desarrollado su trabajo recurriendo a los distintos sistemas de generación de imágenes, analógicos o digitales. Pregunta. La tecnología le fascina. La exposición de la beca Picasso se desarrollará sólo en Internet. Respuesta. La ocupación de nuevos espacios de difusión del discurso artístico es un elemento fundamental en el arte del fin de siglo. Si nuestras obras las metemos sólo en un museo o galería, renunciamos a una parte esencial de la estrategia contemporánea, que es ocupar territorios públicos: la obra en Internet carece de fisicidad y no por ello pierde capacidad de comunicación. El mundo del arte también participa del problema de superproducción de objetos y especulación económica que sufre nuestra sociedad. Los que venimos de la fotografía somos conscientes de que nuestras imágenes nacen para ser reproducidas. P. El análisis y la crítica social son constantes en su obra. R. Si el artista es hijo de la sociedad en la que vive no puede permanecer ajeno a la realidad que le rodea. Eso es política, claro, pero en sentido expandido: destrucción de las ciudades o el medio ambiente, relación con otras culturas... P. ¿A qué puede aspirar un artista con su obra, además de dejar constancia de su disidencia? Por muy críticas que sean, ¿no corren el riesgo de convertirse en meros brindis al sol? R. El artista a lo que puede aspirar es a establecer, a través del mundo de las formas, un diálogo con la sociedad. El artista nunca es el verdadero autor de su obra. Las ciencias sociales y políticas, la publicidad y los medios de comunicación también son objeto de la expresión artística, como antes lo fueran paisajes, naturalezas muertas o ideas religiosas.