Cinco encapuchados dan una paliza brutal a una familia tras un robo fallido

, Un matrimonio de Mont-roig, localidad próxima a Tarragona, permanece ingresado en estado grave en la unidad de cuidados intensivos del hospital del Vall d"Hebron, de Barcelona, después de que el lunes cinco encapuchados le propinaran una brutal paliza al no encontrar en su domiclio los 30 millones que esperaban robar. Un hijo de la pareja y un empleado de la empresa familiar también fueron agredidos con palos. La nieta de la familia, de seis años, presenció horrorizada los hechos.

La Guardia Civil investiga este suceso, que ha conmocionado Mont-roig, una localidad tarraconense de 3.000 habitantes. La familia Pujol-Trill es muy conocida en ella y posee la empresa Somsa, dedicada a la maquinaria de construcción.Los hechos sucedieron hacia las ocho de la tarde del lunes, cuando Fernando Pujol y un encargado de su sociedad y amigo de la familia se disponían a cerrar el negocio. Las naves están ubicadas junto a su domicilio. En aquel momento, salieron de una furgoneta Chrysler-Voyager cinco individuos con la cabeza cubierta con un pasamontañas y armados con pistolas y palos. El vehículo, con los cristales tintados de negro, fue robado en Barcelona y apareció abandonado el martes en Tarragona.

Los cinco individuos exigieron a Pujol, de 63 años de edad, el pago de 30 millones de pesetas. Pujol les respondió que no disponía de esa cantidad. A continuación, le obligaron, junto a su encargado, a dirigirse a la residencia de la familia, donde se encontraba su esposa, María Teresa Trill, de 57 años, y una nieta, de seis.

Ya en la vivienda, los asaltantes obligaron a Pujol a abrir la caja fuerte. Como en su interior no había dinero, reaccionaron con suma violencia propinando al matrimonio y el empleado, de 74 años, una paliza brutal. En un momento dado apareció un hijo de la familia, de 35 años, con quien también se ensañaron.

La violencia que usaron, según la Guardia Civil, fue impresionante. Empezaron a propinar golpes y registrar todas las dependencias y, al no hallar los millones que buscaban, encerraron a sus víctimas en una habitación y se dieron a la fuga tras apoderarse de una cartera con tarjetas de crédito y algún dinero en efectivo.

Los cuatro apaleados fueron trasladados al hospital Sant Joan, de Reus, en el que les diagnosticaron politraumatismos. El hijo y el encargado fueron dados de alta, pero el matrimonio quedó ingresado al presentar un traumatismo craneoncefálico. Posteriormente, Fernando Pujol y María Teresa Trill fueron trasladados al hospital Vall d"Hebron, de Barcelona, en el que permanecen en estado grave, aunque fuera de peligro.

Fuentes policiales señalaron que alguien debió de informar erróneamente a los encapuchados de que la familia tenía 30 millones para realizar algún pago. La Guardia Civil no cree que los delincuentes les conocieran.