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Pujol pide "un instrumento colectivo para afinar la identidad"

"Necesitamos un instrumento colectivo que asegure y afine nuestra identidad", dijo ayer el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, en el tradicional mensaje de fin de año. Pujol retomó el discurso ya enunciado hace unos días sobre el derecho a la nacionalidad como uno de los derechos humanos incluidos en la declaración de la que ahora se han cumplido 50 años. El futuro fue el eje del discurso del presidente, quien reflexionó sobre el porvenir desde la asunción de un hecho: la hipotética grandeza de Cataluña no procederá "de su gran poder militar" ni tendrá relación "con el número de sus habitantes". "No tendremos peso ni económico ni político de primer orden en el mundo". El futuro de Cataluña como país "respetado y valorado" tiene que proceder de su capacidad de organizar una "sociedad justa y equilibrada" que sea "ejemplo de convivencia humana y de cohesión social". Un país justo, explicó Pujol poniendo ejemplos, es aquél que garantiza la igualdad de oportunidades a sus habitantes; y esto se hace con un sistema de enseñanza "muy integrador", atendiendo a la minorías con minusvalías. "Aún no lo somos, pero queremos serlo", aseguró en referencia a ese país justo y equilibrado. 20 años de avances Uno de los factores para conseguirlo, insistió, es la identidad de sus habitantes; para asegurar el futuro es necesario "una identidad colectiva, una sólida realidad de pueblo y de país". Algo que, dijo, está al alcance de la mano, "más que nunca" tras 20 años de avances "en la buena dirección". Si todo ello se consigue, dijo Pujol, Cataluña emitirá un mensaje de equilibrio entre la "identidad y la universalidad, entre la tradición y la visión de futuro". Con ello reafirmará su voluntad de ser un referente, de emitir un mensaje que se deriva de ser "motor, y no vagón de carga en España, en Europa, en cualquier lugar al que pueda llegar nuestra influencia" . "Somos un país pequeño, somos un país con pocos recursos naturales, somos un país con poder político insuficiente, somos un país con algunos déficits históricos", dijo Pujol definiendo a Cataluña. Si se cumplen todos estos requisitos, la gente dirá: "Vale la pena ser catalán. Cataluña es un buen país", dijo Pujol, antes de animar a la gente a utilizar las nuevas tecnologías. El Gobierno, recordó, está promocionando el uso y conocimiento de la informática entre las personas "de estratos sociales modestos, a veces incluso amenazadas de marginación", con el objetivo de promocionarlos socialmente y proporcionales acceso a una verdadera igualdad de oportunidades que les permita dar un salto "profesional, económico y social". Pujol terminó deseando felicidad a todos los catalanes.

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