Serbia bombardea de nuevo poblaciones de Kosovo pese a las advertencias occidentales

Tras un día de aparente calma, los combates rebrotaron ayer con inusitada virulencia en el norte de Kosovo. Las fuerzas especiales serbias atacaron la localidad de Obranca con artillería pesada y utilizando morteros de gran calibre, blindados y todo tipo de fusilería, desoyendo así todos los llamamientos de la comunidad internacional. La operación de Obranca parece diseñada en represalia por la muerte de un serbio de esta localidad, presuntamente asesinado por guerrilleros independentistas del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK).

La prensa internacional presente sobre el terreno pudo ser testigo ayer de cómo la policía especial serbia tomaba posiciones en la nieve, justo enfrente de la casa de Milovan Radojevic, de 74 años, supuestamente asesinado el día anterior por el ELK. El despliegue se produjo poco antes de que se pusiera en marcha el cortejo fúnebre en dirección a la vecina Podujevo, localidad que da su nombre a toda la región.El Centro de Información de Kosovo, dirigido por kosovares de origen albanés, asegura que las fuerzas serbias atacaron simultáneamente Lapastica, escenario de un duro enfrentamiento la semana pasada con miembros de la guerrilla independentista. Por su parte, el Centro Serbio informó de un incidente en Velika Reka en el que tres policías resultaron heridos en una emboscada cuando se dirigían a socorrer a un campesino serbio.

Un portavoz de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), encargada de velar el frágil alto fuego acordado en octubre, confirmó ambas informaciones. Miembros de la misión de observación de la OSCE evacuaron a al menos dos heridos de la zona de combates. Este centro serbio también informó de que la policía especial había logrado rechazar a un grupo de guerrilleros que trataban de penetrar en la zona, cerca de Prizren, procedentes de la frontera con Albania.

No está claro quién inició la batalla de Obranca. Los dos observadores internacionales presentes en la localidad durante los bombardeos se negaron a hacer declaraciones al abandonar precipitadamente el lugar.

Después de un fuerte bombardeo en el que las fuerzas serbias utilizaron armas de artillería pesada y morteros de gran calibre, se pudieron escuchar numerosos intercambios de disparos de Kaláshnikov.

Cuando llegó la calma se pudo ver una comitiva de 40 vehículos privados saliendo de Obranca. Al parecer eran los deudos del serbio asesinado el día anterior. Algunos de los miembros de esa comitiva, que iban armados con fusiles de asalto, insultaron a su paso a los periodistas agazapados en un bosque cercano. Los coches iban escoltados por ocho vehículos blindados pertenecientes a la policía especial serbia. Los agentes iban con las armas cargadas y apuntaban hacia a la carretera.

El Centro de Informaciones Serbio de Pristina aseguró que tres miembros de una familia gitana habían sido asesinados por guerrilleros del ELK en Kosovska Mitrovica, en el norte de la provincia.

También hay informaciones de que las fuerzas serbias están dedicadas al saqueo de casas albanesas en Obranca. Numerosas columnas de refugiados kosovares están abandonando la localidad. Estos combates, tras la aparente tranquilidad del sábado, representan un claro desafío a los acuerdos de octubre entre el presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, y el enviado especial de Estados Unidos, Richard Hoolbroke.

¿Operación limitada?

Tras la ruptura de las hostilidades, el pasado jueves, tanto EEUU como la Unión Europea exigieron a Belgrado y al ELK que pusieran fin a toda provocación. El secretario general de la OTAN, Javier Solana, recordó a Milosevic que la decisión de bombardear posiciones serbias si no cumplía con todas las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU seguía en pie.Los kosovares acusan a Belgrado de iniciar una nueva ofensiva en toda regla, aprovechando que la atención internacional está concentrada en Oriente Próximo y el Golfo. Los serbios niegan que estos combates en la región de Podujevo representen el reinicio de la guerra; para ellos se trata tan sólo de una operación limitada. Los analistas parecen darles la razón. Las condiciones del invierno balcánico no permiten grandes movimientos de tropas. No obstante, Washington considera desproporcionado responder a un asesinato de un civil con el bombardeo de toda una localidad.