El Gobierno se elogia por haber concedido el indulto parcial a los dos ex altos cargos del PSOE

Frente al descontento del PSOE, el Gobierno se muestra claramente satisfecho por su decisión de indultar parcialmente a los dos ex altos cargos del Ministerio del Interior, José Barrionuevo y Rafael Vera, adoptada en el Consejo de Ministros del pasado miércoles. El ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, dijo ayer en A Coruña: "Nos han criticado por un lado y por el otro. Pero como miembro del Gobierno y como ciudadano me siento muy satisfecho de la decisión que hemos tomado". Rajoy también valoró el agradecimiento de los indultados: "Es bueno y positivo", dijo, "que ambos hayan agradecido al Gobierno la medida de gracia", y agregó que el Ejecutivo obró con "coherencia" ya que la decisión de indulto parcial se ha tomado de acuerdo con el informe del Tribunal Supremo.

Serenidad

Por su parte, el vicepresidente primero del Gobierno y secretario general del Partido Popular (PP), Francisco Álvarez Cascos, comentó en Córdoba que el indulto resulta una "demostración de la voluntad del Ejecutivo de alcanzar la serenidad en la vida política española", y añadió que se ha actuado "con diligencia y absoluto respeto a las directrices del Tribunal Supremo". La voz un tanto discordante dentro de las filas del PP corresponde al presidente del partido conservador en el País Vasco, Carlos Iturgaiz, quien retó al ex presidente del Gobierno Felipe González, a Vera y a Barrionuevo a que "reconozcan públicamente que ellos fueron quienes tramaron los GAL". Este reconocimiento resultaría clave, en su opinión, para contribuir a la pacificación del País Vasco.Paralelamente, y ante la decisión del Tribunal Constitucional de decidir el martes sobre la suspensión de las penas pendientes, la juez María Tardón, portavoz de la asociación judicial Francisco de Vitoria, se mostró convencida de que el alto tribunal brindará a ambos ex altos cargos el mejor de los regalos navideños: la suspensión de la condena. Por contra, el portavoz de Interior del Grupo Federal de Izquierda Unida, Willy Meyer, se mostró consternado ante tal posibilidad, por entender que equivaldría a "echar tierra sobre el caso GAL".