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Nulas esperanzas de encontrar vivos a los tripulantes del "Marero"

La búsqueda estéril del Marero, desaparecido hace hoy una semana a 112 millas de su base en Pasaia tras un fuerte temporal, ha desvanecido las esperanzas que mantenían los familiares de sus ocho tripulantes. Los servicios franceses abandonaron ayer las operaciones de rastreo, en las que siguen participando tres helicópteros y dos remolcadores españoles. Un helicóptero avistó ayer a unas 25 millas de Bilbao unas boyas de las que en principio se pensó que podrían pertenecer al Marero, pero finalmente se comprobó que no era así. Los familiares abandonaron la Cofradía de Pescadores de Pasaia el pasado jueves por la tarde, tras recibir la visita del obispo de San Sebastián, José María Setién, y pasaron la Nochebuena en sus hogares intentando eludir la omnipresencia del dolor. Ayer por la mañana regresaron a la Cofradía, donde reina un silencio absoluto. La familia Cordeiro Rodal es la que padece la tragedia con mayor virulencia: los hermanos Juan José, 32 años, casado y con dos hijos; Joaquín, 30 años, casado y con un hijo, y Alberto, 28 años, casado, formaban parte de la tripulación. Su abuelo y su padre también eran pescadores. Los restantes desaparecidos son Jesús Torrado Sayans, 40 años, casado y con dos hijos; Enrique Dosantos Pintheiros, 29 años, casado y con un hijo; Eladio Calo Maneiro, 28 años, soltero; Joaquín Marcos Andoriña, 51 años, casado y con dos hijos, y el patrón Víctor Gago Chouza, 35 años, casado y con dos hijos. PASA A LA PÁGINA 3

Pescadores de Pasaia critican la presión de los armadores para salir a la mar

VIENE DE LA PAGINA 1 Uno de los remolcadores que participan en las tareas de rastreo localizó el pasado jueves semihundido el buque Biok, que se fue a pique el domingo, aunque todos sus tripulantes resultaron ilesos. Tras escudriñar desde los aviones una superficie que supera los 20.000 kilómetros cuadrados, la operación se reduce ya a encontrar pruebas físicas de la catástrofe marítima. Francisco Pérez, patrón del Biok, quien fue rescatado el domingo junto con otros cinco pescadores por el barco Gure Lan, relató: "Hacía muchos años que no veía un temporal semejante". Los restos del Biok, que se encontraba al sur de donde presumiblemente naufragó el Marero, fueron encontrados el pasado jueves a 35 millas del lugar donde fue abandonado por la tripulación cuando una descomunal ola inundó su proa. Ayer fue remolcado hasta el puerto de Bilbao. Pescadores de Pasaia desmienten al presidente de su Cofradía, Jaime Tejedor, quien aseguró que los partes meteorológicos se habían confundido, y el pasado jueves puntualizaron que "las previsiones son buenísimas. De hecho, el viernes [día 18] el servicio francés anunciaba vientos de fuerza 9-10 con fuertes ráfagas. Esto significa que te puedes echar a temblar. Que no echen la culpa a los partes", apuntó Olegario Entrenza Rivas, patrón del pesquero Granicela y hombre curtido en la mar durante 36 años. Se anunció mar gruesa Portavoces del Centro Meteorológico de Cantabria y Asturias con sede en Santander y que ofrece las predicciones para el País Vasco, explicaron que el pronóstico del pasado día 18 -el Marero salió a la mar el 17- preveía vientos de fuerza 6-8 con áreas de mar gruesa. Esta previsión se amplió con dos predicciones de fuerza 7-8 y mar muy gruesa, que equivalían a olas de hasta seis metros. Sin embargo, el pronóstico se refería a un área de hasta 20 millas de la costa. Tejedor matizó ayer sus afirmaciones y señaló que "la borrasca se adelantó 18 horas a la previsión y lo que ocurrió con el Marero pudo multiplicarse por cien, porque toda la flota estaba en la mar". Entrenza Rivas advierte de que "una cosa es faenar cerca de la costa y otra adentrarse en alta mar". La tripulación del Marero se encontraba a 112 millas de la línea de costa cuando realizó el último contacto por radio con su base de Pasaia. "El mar no perdona y con la intensidad y fuerza que tuvo durante el fin de semana pudo deshacer el barco", agrega. La razón por la que la radiobaliza que deben llevar obligatoriamente todos los barcos no funcionó es sugerida en voz baja por algunos pescadores: "Lo más probable es que el aparato tuviera desconectada las baterías, que estarían guardadas, porque son muy caras y, si las mantienes conectadas, se consumen enseguida". En los muelles de Pasaia, los marinos aseguran que la tragedia de los tripulantes del Marero, como la de los diez pescadores del Carreira hace ahora tres años, volverá a repetirse mientras los armadores no asuman sus responsabilidades. "Quieren sacar el barco a toda costa, aunque el patrón diga que la situación es mala. Si se niega, le echan y cogen a otro sin más", se quejan.

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