Pesas, amigos y motos
A sus 17 años, José Manuel Bolaño Rodríguez ya había dado el estirón. Medía más de 1,80 metros y desarrollaba su musculatura levantando pesas regularmente en un gimnasio de Fuenlabrada.Hijo de un jefe de producción en una empresa de pinturas, José Manuel estudiaba tercero de BUP en el instituto La Serna, de la localidad. Era el primogénito de la familia. Sus dos hermanas tienen 14 y 15 años.
Le gustaban los deportes, y especialmente las motos, así como la ropa deportiva de marca y la de colores llamativos. Sus allegados le consideraban un joven afable y poco amigo de las peleas. "No recuerdo ningún momento en el que José Manuel se pusiera agresivo hasta tal punto que llegara a recurrir a la violencia", señaló ayer su padre. Por el contrario, tenía muchos amigos y salía con ellos las noches de viernes y sábado. Este fin de semana, sin embargo, todo acabó mal. A su padre le despertó la policía a las tres de la madrugada con la mala noticia.
"No llego a comprender cómo un chico puede llegar a matar de una puñalada a otro. Es algo terrible. Sólo deseo que esta desgracia no le suceda a ningún otro padre de familia", lamentó Juan. Le rodeaban los familiares y amigos de José Manuel, reunidos en el tanatorio municipal de Móstoles en torno al cuerpo del muchacho. Muchos tenían los ojos llorosos, y en el ánimo, un duro golpe.
José Manuel será enterrado hoy en el cementerio de Móstoles.
