El Gobierno israelí aprueba las cinco exigencias de Netanyahu para proseguir el proceso de paz

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, consiguió ayer la aprobación en su Gabinete de cinco exigencias a la Autoridad Palestina (AP), cuyo cumplimiento plantea como requisito imprescindible para continuar con el proceso de paz. Netanyahu alegó: "Ya cumplimos nuestra parte". Los palestinos rechazan las exigencias y la oposición israelí advirtió de que, con su nuevo paso, Netanyahu ha precipitado su propio fin.Todo está ya listo para la votación de hoy en el Parlamento israelí (Kneset), donde se da casi por hecho que se registrará una mayoría favorable al adelanto de las elecciones. Netanyahu anunció la semana pasada que, de no conseguir apoyo parlamentario a sus "cinco principios básicos" para la continuación del proceso de paz, preferiría ir a unas elecciones anticipadas. El proceso ya ha sido iniciado por parte de diputados de la oposición, que presentaron un proyecto de ley para la convocatoria electoral, que tiene prácticamente garantizada la mayoría necesaria para su aprobación. La crisis con los palestinos -en cuyo marco Netanyahu congeló la segunda etapa de retirada militar de Cisjordania, programada para el pasado viernes- aceleró la crisis política. Según la resolución formal del Gobierno -que será presentada hoy ante la Kneset-, la Autoridad Palestina, en primer lugar, debe retractarse formal y oficialmente de su intención de proclamar unilateralmente un Estado independiente, con Jerusalén como capital. Como segunda condición, la AP debe confiscar las armas ilegales en poder de la población palestina. En tercer lugar, reducir sus efectivos policiales a las dimensiones fijadas en el acuerdo de Wye Plantation; en cuarto, poner fin a la "agitación y a la violencia" contra Israel, y como quinta y última condición, aceptar que Israel no libere a los palestinos encarcelados por asesinato ni a miembros de la organización integrista islámica Hamás.

"No hablamos de nada nuevo, sino que nos limitamos a actuar con firmeza respecto al cumplimiento de lo ya firmado en Wye", declaró Netanyahu, quien alegó que los palestinos "han violado sistemáticamente lo acordado en todos los temas supuestamente cerrados en las negociaciones".

Negociación bloqueada

La Autoridad Palestina criticó la resolución adoptada ayer por el Gabinete israelí, afirmando que se trata de "un claro intento de Netanyahu de bloquear toda perspectiva de avance en las negociaciones". Ahmed Tibi, asesor del presidente Yasir Arafat, declaró a la emisora La Voz de Israel: "Netanyahu está parando el proceso con nuevas condiciones que no pueden por menos que mostrar que no tiene intención de cumplir lo pactado". Saeb Arekat, jefe del equipo negociador palestino, ha advertidos: "Todo esto es un pretexto de Netanyahu, y sabemos que lo que él quiere es esquivar la puesta en práctica del acuerdo de Wye, independientemente de lo que los palestinos cumplamos o dejemos de cumplir".La propia oposición israelí tiene una postura similar. El Partido Laborista, que había prometido a Netanyahu una "red de seguridad" en el Parlamento, se retractó en forma terminante de esta postura. Según el líder laborista Ehud Barak, "Netanyahu prefiere la alianza con los ultrareligiosos y la extrema derecha antes que el progreso en el proceso de paz". Con esta convicción de fondo, sumada a lo que la oposición considera que es "el mal desempeño del gobierno por parte de Netanyahu en el área socioeconómica", y a las críticas de las que fue objeto el Gabinete por parte de diputados identificados originalmente con su ideología, Israel se prepara ya para nuevas elecciones.

El Parlamento tiene hoy varias opciones, pero todas parecen conducir al adelanto de las elecciones, y se estima que habrá más de 61 votos (la mitad más uno de los escaños) contra el Gobierno. Pero Netanyahu parece haber llegado a la conclusión de que en la situación actual el Gobierno es sumamente inestable y que ya no consigue mayoría clara para su política.