Alemania inicia la reforma fiscal que prometió el nuevo Ejecutivo
El Bundesrat (la cámara de las regiones del Parlamento alemán), de mayoría socialdemócrata, aprobó ayer las dos primeras leyes del conjunto de reforma fiscal, para permitir que entren en vigor desde el próximo enero medidas tales como el incremento de las prestaciones familiares por hijo y la rebaja del tipo mínimo del impuesto, equivalente al IRPF español, desde el 25,9% al 23,9%.Ambas medidas son parte de la reforma fiscal en tres fases pactadas por el Partido Social Demócrata y Los Verdes en su coalición de Gobierno. Por aprobar quedan las medidas para las otras dos fases de la reforma, que deben entrar en vigor en el año 2000 y en el 2002.
El núcleo de la reforma - el descenso de los impuestos empresariales- es también parte de las normas que deberán ser aprobadas en el futuro. Ayer se celebró la reunión constituyente de la comisión que, bajo la égida del Ministerio de Hacienda, debe elaborar un plan para rebajar el tipo máximo de los impuestos empresariales a un 35% para todos los empresarios a partir del año 2000. La comisión formada, de 16 personas, incluye a expertos fiscales de la Administración federal y de las Administraciones regionales, así como representantes de la industria.
A tenor de las dos primeras leyes aprobadas ayer, las familias alemanas recibirán a partir de enero la cantidad de 250 marcos mensuales (unas 21.000 pesetas) por cada uno de los dos primeros hijos y 350 (casi 30.000 pesetas) por un tercero. Los ingresos libres de impuestos se elevan de 12.360 marcos (1.050.000 pesetas) a 13.020 marcos (1.106.000 pesetas), para una persona soltera.
Reducir la presión
El ministro de Hacienda, Oskar Lafontaine, reiteró ayer que el principal objetivo de la reforma fiscal es reducir la presión sobre las familias con hijos, con objeto de estimular la demanda. Las leyes aprobadas por el Bundesrat contemplan también la ampliación del plazo de conservación de documentos contables atrasados de 6 a 10 años para poder revisar posibles defraudaciones de impuestos sobre los intereses bancarios. Por su parte, el jefe del Gobierno de Baviera, Edmund Stoiber, anunció ayer la constitución de un grupo de trabajo que, a partir de febrero, debe comenzar a elaborar una reforma de las relaciones financieras entre la federación, los Estados federados y los municipios. Stoiber está a favor de que la reforma de la distribución de recursos financieros de Alemania entre en vigor antes del 2005, cuando expira el actual ordenamiento.Schröder, no obstante, quiere mantener en el futuro el pacto de solidaridad con las regiones pobres de Alemania, cuya validez cuestionan las regiones ricas, con saldo negativo frente al presupuesto federal. Dos de ellas, Baviera y Baden Württemberg, han denunciado ayer el orden vigente ante el Tribunal Constitucional alemán.
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