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El fiscal pedirá prisión para los detenidos en disturbios que lleven armas blancas

El fiscal jefe de Cataluña, José María Mena, ha ordenado a los fiscales que soliciten al juez de guardia el ingreso en prisión de las personas que sean detenidas portando navajas u otras armas blancas en concentraciones ciudadanas en las que se produzca violencia física o se profieran graves amenazas, como ocurre en ocasiones en los alrededores de los campos de fútbol o a la salida de las discotecas. Esta conducta esta tipificada en el Código Penal y se castiga con penas de uno a tres años, pero la fiscalía ha constatado que hasta ahora se ha aplicado en pocas ocasiones.

Mena admitió ayer que la instrucción que ha cursado a sus subordinados está motivada por el apuñalamiento mortal del seguidor de la Real Sociedad Aitor Zabaleta, ocurrida el pasado 8 de diciembre, pero puntualizó que la fiscalía de Cataluña ha detectado un "escaso índice" de escritos de acusación por estos casos. "Se trata de devolver la tranquilidad a la sociedad porque los ciudadanos nos están pidiendo que hagamos algo y deben saber que por ahí no circula ningún instrumento de dar muerte", precisó. Mena alude en su circular a la consulta 14/97 del fiscal general del Estado, en la que se hacía referencia a la "preocupante proliferación de sucesos violentos en ambientes juveniles, con reforzada agresividad por el empleo de armas contundentes distintas a las llamadas armas de fuego". Por ese motivo se consideraba justificada la "severidad creciente del legislador", que llevo a tipificar esta conducta en el Código Penal de 1996. Hasta entonces sólo era delictiva la tenencia de armas de fuego. Por ese motivo, Mena precisa que "la intención de usar las armas, o el peligro inminente de su uso, requiere una respuesta penal rigurosa", y alude a que "recientes acontecimientos" ponen en evidencia esa necesidad. Navajas automáticas El fiscal indica que, de acuerdo con el reglamento vigente, por armas blancas prohibidas deben considerarse las navajas automáticas y los puñales de hoja menor a los 11 centímetros, "habida cuenta de la facilidad de su ocultación y de que su finalidad esencial es causar daño". Sin embargo, el reglamento alude de forma genérica a otro tipo de armas blancas prohibidas, en las que caben, según Mena, los llamados puños americanos, unos guantes reforzados con placas metálicas puntiagudas, y otros objetos utilizados por tribus urbanas. El fiscal jefe insta a que se solicite el ingreso en prisión de un detenido cuando la tenencia de estas armas vaya acompañada de una "manifiesta agresividad" del acusado, cuando éste sea reincidente o cuando "en reunión o concentración se produzca violencia física, o grave violencia verbal, con amenazas, exhibición de armas o razonable previsión de su uso". Esta orden, explica Mena, debe aplicarse "inexcusablemente" y cuando no se dé alguna de estas circunstancias y el fiscal considere que no ha de solicitar la prisión del detenido, exige a sus subordinados que le informen por escrito y razonando su postura. El fiscal jefe de Cataluña pide que, a ser posible, estos casos se tramiten por el procedimiento de juicios rápidos. José María Mena considera que ha existido una cierta permisividad policial hacia las armas blancas, que de ningún modo se ha dado con las armas de fuego. Por ello, el fiscal jefe de Cataluña ha remitido también una orden a los agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil para que abran atestado cuando se encuentren ante "el mero porte" de estas armas blancas prohibidas. Si esta posesión se produce "en un contexto de crispación y confrontación por unos supuestos colores", o a las salidas de las discotecas, precisó Mena, el fiscal ordenará a las fuerzas de seguridad que detengan a los implicados y los conduzcan al juzgado de guardia.

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