Pagos distintos
El día 4 de septiembre del presente año procedí a establecer un contrato de aprendizaje del oficio de fontanero para mi hijo menor de edad, con la central de Servicios Integrales de Formación (SIF), Escuela de Oficios de Madrid, sita en la calle Francisco Iglesias, 17 de esta capital, código postal 28038, por un valor de doscientas treinta mil pesetas (230.000), importe total. Financiadas en treinta meses por un valor de diez mil quinientas seis pesetas (10.506), según copia del contrato que le adjunto.Un mes más tarde, después de reunir al grupo de aprendices para la asistencia a las clases, se entera mi hijo (Héctor Ferreira Gómez) que unos han pagado ciento ochenta mil pesetas (180.000), por el mismo curso, otros ciento noventa mil pesetas (190.000), otros doscientas mil pesetas (200.000), otros igual que mi hijo, y otros que han entrado posteriormente, ciento noventa mil pesetas (190.000), habiendo sido denunciadas estas supuestas irregularidades a las diversas organizaciones de consumidores.
Ante la diversidad de precios por el mismo concepto, día, horario y material, me puse personalmente en contacto con la empresa SIF, dándome como respuesta ambigüedades sobre la fecha en que se apuntaron los diversos miembros de la clase, que no se corresponden ninguna de ellas a la realidad. Posteriormente, una denuncia dirigida a la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) por uno de los alumnos tuvo como respuesta después de una investigación que dichas subidas tan bruscas fueron para subvencionar otros cursos en los cuales se habían quedado cortos de presupuesto. Considero que he sido engañado y no dándome una solución a mi petición de devolución para igualarme a los alumnos que menos han pagado.-
