El fiscal pide 11 años para un hombre que mató a otro en Alicante

Jesús Quesada habría cumplido ayer 24 años si no se hubiera encontrado con la navaja de José Ángel Gas en la madrugada del primer día del pasado mayo. Ayer se inició en la Audiencia de Alicante el juicio en el que un jurado popular deberá determinar si Gas es culpable de la muerte por apuñalamiento de este joven de El Campello (L"Alacantí), que pagó con la vida su negativa a comprarle hachís al acusado. Gas declaró ayer que no recuerda nada de lo sucedido porque había consumido drogas. La acusación particular pide para él 20 años de prisión. El escrito del fiscal, que pide para Gas una condena de 11 años por homicidio, relata cómo, en la madrugada del pasado 1 de mayo, José Ángel se acercó a Quesada y a un amigo de éste con la intención de venderles hachís. La respuesta negativa que obtuvo de los dos amigos contrarió al acusado, que los siguió hasta las puertas de un discobar, donde se produjo una discusión acompañada de insultos. Gas la dio por terminada al asestarle una puñalada a Quesada en el pecho. La gravedad de la incisión produjo a la víctima una parada cardiorrespiratoria, por lo que falleció instantes después de ser herido de muerte. Cuando fue detenido, Gas llevaba encima una navaja y un cuchillo de cocina. La defensa del presunto asesino alegó que éste sufrió una enajenación mental transitoria provocada por su alto consumo de drogas. En su declaración, Gas trazó una autobiografía marcada desde la infancia por múltiples y sucesivas adicciones a sustancias estupefacientes que le han generado un "trastorno antisocial de la personalidad", en palabras de su abogado. "Se haría mucho más por la sociedad si se le internara en un centro de desintoxicación y, después, en una institución psiquiátrica", aconsejó el letrado. Más constructivo resultó el retrato que del joven muerto ofrecieron sus familiares. "Jesús trabajaba y era quien sacaba la casa adelante", dijo de él su padre.