La cesión de la red terrestre a Retevisión ha de ser compensada

Pío Cabanillas quiere una solución "definitiva y reparadora" al problema histórico de la cesión de la red de difusión terrestre de RTVE, que fue segregada en 1989 y adscrita a Retevisión. Al trasladárselo ayer a los diputados, resucitó un "viejo contencioso": la radiotelevisión estatal no recibió ninguna retribución por una operación que, cuando se hizo, consistió en redistribuir activos entre organismos de titularidad enteramente pública.Pero la situación ha cambiado. Retevisión ha sido privatizada en un 70% durante los dos últimos años y está en marcha la privatización de las acciones que aún posee el Estado. En septiembre de 1996, la consultora American Appraisal valoró la red técnica de Retevisión en sólo 39.987 millones de pesetas, en un trabajo hecho para el Ministerio de Fomento. Sin embargo, el consorcio que se adjudicó la parte privatizada -formado en torno a Telecom Italia y a Endesa- pagó 180.000 millones de pesetas por el 70% de Retevisión.

Cabanillas quiere ahora buscar una solución que permita "una justa compensación a RTVE" por el patrimonio transferido en 1989. El nuevo director general se manifestó decidido a pedir el dinero que le corresponda, teniendo en cuenta que "han pasado diez años y las valoraciones cambian". No mencionó la cantidad de dinero que considera una compensación justa, aunque Rodolfo Ruiz Ligero, representante de IU en el Consejo de Administración de RTVE, estima que el director general se dispone a reclamar en torno a 165.000 millones de pesetas por ese concepto.

"Decisiones estatales"

Acerca de la reivindicación expresada por Pío Cabanillas, un portavoz de Retevisión comentó ayer a EL PAÍS que "no corresponde a esta empresa pronunciarse acerca de ese planteamiento", puesto que "la cesión de la red y las condiciones en que se hizo correspondió a decisiones estatales, adoptadas por el Gobierno de la época".La red de difusión terrestre fue desgajada de RTVE en la época en que Luis Solana ocupaba la dirección general. Durante su gestión al frente de RTVE, Pilar Miró se había opuesto a ceder los activos en poder de aquella. Pero su sucesor, Luis Solana, aceptó el planteamiento gubernamental y RTVE cedió 60 centros emisores y 850 reemisores. Esto supuso también el paso a Retevisión de más de 1.000 empleados. El traspaso se formalizó en un documento firmado por aquél con el entonces presidente de Retevisión, Javier Nadal, por el que dicho ente se hizo cargo del personal, la tecnología y los bienes de RTVE dedicados al transporte de señales televisivas.