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CRÍTICAROCK

Verbena popular

El Gran Silencio y Dusminguet Garage. Valencia, 12 de diciembre de 1998Un cartel doble, confeccionado por la discográfica Chewaka y la revista Zona de Obras, de indudable atractivo, entrada gratuita -a última hora se decidió no cobrar ni el simbólico precio (500 pesetas) que marcaba el cartel- y, aun así, no se logró que se llenara ni la mitad del recinto. Alguien, quizá, debería haberse encargado de difundir la noticia de que los mexicanos El Gran Silencio tienen muchas posibilidades de convertirse en una de las sorpresas más sonadas del próximo año tras haber sido nominados a los premios MTV. O, al menos, correr la voz de que su elepé de debú, Libres y locas, es un notable ejercicio de freestyle norteño -así define el quinteto su propia música- que pronto podría situarse entre lo más destacado del lote de ese nuevo rock mexicano (Maldita Vecindad, Molotov, Café Tacuba...) que tanto interés está suscitando últimamente en los circuitos de aficionados al rock hispano. El Gran Silencio, pese a todo, huye de las comparaciones fáciles con unos textos que no descuidan la denuncia, la reivindicación y el orgullo racial ("con pistolas en la mano los hermanos se disparan, sin saber que todos somos de la raza mexicana", recitan en Guacharaca scratch), pero sin caer en el insulto, el panfletismo fácil y la descalificación. La próxima vez que visiten Valencia, a lo mejor necesitan una sala mayor. Los catalanes de Dusminguet también acuden constantemente en las canciones de su primer disco (Vafalungo) a la música popular (el suyo es un festivo y sabroso cóctel de rumba, reggae, guaracha, cumbia...) con saludable humor (se atrevieron a fundir su tema Marihuana con los ecos de una Macarena antiprohibicionista: "Dale a tu cuerpo alegría, Marihuana, que tu cuerpo es pa" darle alegría y cosa buena", cantaron) y voluntad revisionista. Si algo es preciso destacar, debería ser el revoltoso acordeón de Joan Garriga que, sin necesidad de recurrir a bebidas energéticas, dio alas a un público que hizo suyo el lema de la velada: Verbena popular style.

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