Inaugurado el trasvase de agua de Abrera al Garraf

Unas 150.000 personas del Garraf y el Alt Penedès beben ya del agua del río Llobregat, procedente de la planta potabilizadora de Abrera (Baix Llobregat), gracias a un trasvase inaugurado ayer por el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. El coste de las obras, iniciadas hace dos años, ha sido de casi 10.000 millones de pesetas. De momento, 19 municipios de estas dos comarcas se han conectado al agua de Abrera y otras poblaciones se añadirán en el futuro. El Garraf padecía desde hace años problemas de suministro crónicos y la calidad del agua de sus pozos empeoraba progresivamente a causa de la salinización. Además, también había necesidad de más agua en el Alt Penedès debido a la industria y a la agricultura. El trasvase de Abrera ha comportado la construcción de unos 80 kilómetros de tuberías y de tres grandes depósitos en Masquefa, Olèrdola y Sant Pere de Ribes. La nueva red de distribución ha quedado integrada en la red territorial de Aigües Ter Llobregat y estará controlada vía satélite. En la inauguración de ayer, Jordi Pujol no cortó la tradicional cinta, sino que pulsó un botón en un ordenador instalado en Vilanova i la Geltrú (Garraf) para que fueran abiertas automáticamente las válvulas de un depósito situado en el Alt Penedès. Pujol admitió que haber llevado el agua del Ebro desde Cunit hasta el Garraf hubiera sido "más barato, más rápido y racional", pero añadió que "fue necesario tener en cuenta los temores de la población de las comarcas de Tarragona".