Josep Piqué asegura que España es uno de los países más descentralizados del mundo
El ministro de Industria y portavoz del Gobierno, Josep Piqué, lanzó ayer un mensaje en favor del modelo español, "uno de los más descentralizados del mundo". Piqué eligió la sala de conferencias del Palau de la Generalitat, donde inauguró un debate organizado por The Economist, para argumentar que, bajo el actual esquema constitucional, "España disfruta de un modelo confederal". En la misma jornada, con Jordi Pujol como invitado de honor, participaron, entre otras personalidades, el académico Edward Malefakis y los ex ministros Carlos Solchaga y Miguel Boyer.
Josep Piqué afirmó que "no es sensato recuperar el espantajo franquista de la España roja y la España rota porque 20 años de organización autonómica han hecho entender que España es una realidad múltiple sin peligro de ruptura". En su intervención en la citada reunión de The Economist -celebrada ayer en Barcelona bajo el título España ante el reto de la modernidad-, Piqué proclamó las bondades del modelo: "España es una realidad objetiva suficientemente fuerte y homogénea en su pluralidad para que todos podamos asumirla con todas sus consecuencias sin escalar agravios que provengan del País Vasco, Cataluña, Andalucía o Asturias". El portavoz se mostró contundente y obvió los agravios a los que hacía referencia y sobre los que nacionalistas vascos, catalanes y gallegos edifican sus respectivos reformismos. También defendió la Constitución, pero evitando el tono fundamentalista utilizado estos últimos días por algunos de los padresde la Carta Magna. Dio este rodeo: "El propio sustrato económico y la realidad sociológica fijan los límites de las legítimas ansias de autogobierno. Nada como el sentido común para ver que todo tiene un límite, reconocido por todos, y qué tiene cabida en la Constitución". Precisamente, en el espíritu de la Constitución situó Piqué el límite de la descentralización, ya que, a su juicio, "una vez finalizado el proceso de transferencias de sanidad y educación a las comunidades autónomas que todavía no las tienen, España se podrá comparar, no ya a un Estado federal", sino a uno "confederal, y a partir de ahí las modificaciones deberían ser ínfimas". Aunque el portavoz realiza intervenciones públicas en Barcelona casi con periodicidad semanal, su presencia volvió a levantar ayer expectativas respecto a su papel de puente entre el Gobierno y el nacionalismo. "No soy el interlocutor directo entre el Gobierno y CiU, ya que esta tarea corresponde a otros miembros del Gobierno", manifestó Piqué. En la reunión estuvieron presentes el ex primer ministro de los Países Bajos Ruud Lubbers y el ex ministro alemán Hans Dietrich Genscher. Por su parte, los ex ministros socialistas de Economía Miguel Boyer y Carlos Solchaga cerraron la reunión con un debate que fue moderado por el director de Opinión de El PAÍS, Joaquín Estefanía.
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