_
_
_
_

La federación culpa al Gobierno de la crisis de la caza en la región

Las jornadas de caza menor en Madrid acaban habitualmente en fracaso. Los cazadores se levantan antes que el sol, se pasan la jornada batiendo el monte, pero regresan a casa con el morral vacío. A su paso ya no levantan bandas de perdices ni les salta la liebre. El campo parece un desierto y sólo se caza de manera artificial, gracias a las repoblaciones con animales de granja. El Gobierno regional tiene parte de culpa, según los cazadores.

La Federación Madrileña de Caza achaca este desastre cinegético a la excesiva presión en los cotos, así como a la falta de control por parte del Gobierno de la Comunidad de Madrid.La matanza de 3.000 perdices durante el pasado puente del Pilar en un coto de Villamanta, que quedó como terreno libre por un problema burocrático, es la excepción que confirma la regla. Unos 200 cazadores, ansiosos de encontrar piezas al salir de caza, se tiraron al monte con resultados trágicos para la fauna autóctona. "Los cazadores demostraron que están cansados de salir por la región y no pegar ni un tiro", señala Javier Álvarez, presidente de la federación.

La Consejería de Medio Ambiente impuso de urgencia un veto a la caza en los terrenos de Villamanta para protegerlos de las escopetas. Pero, según los expertos, la finca tardará unos años en recuperar su riqueza cinegética.

"La caza en Madrid está en crisis, pero también lo está en el resto de España. La mitad norte de la región es la que peor está en términos de caza menor. Mientras que la caza mayor aumenta, la menor disminuye. Esto ha provocado un desequilibrio en el ecosistema de la región", explica Álvarez. "La situación va de mal en peor. La caza menor agoniza. Hace ocho años se cazaban unos 25.000 conejos por temporada, mientras que ahora sólo se cazan unos 3.000", señala Santino Chillón, presidente de la sociedad de cazadores Los Remedios, de Colmenar Viejo.

La escasez de perdices y conejos silvestres se contrarresta con la repoblación de animales criados en granjas. "Pero el comportamiento de unos y otros es muy distinto, el arte cinegético se convierte en una caza descafeinada", lamenta Chillón.

¿A qué se debe este descenso en la calidad y cantidad de la caza? "No es fácil apuntar a un solo culpable, pues influyen varios factores. Además de las enfermedades, destaca la mala gestión de algunos cotos de caza, la falta de control por parte de la Comunidad de Madrid y una legislación anticuada [la Ley de Caza vigente es de 1970]", explica Álvarez.

Incumplimientos

"Los cotos tienen un número de cazadores determinado en función de su extensión. Pero muchos lo incumplen y permiten la entrada de más escopetas. Si los cazadores salen el primer día de la temporada y cada uno se lleva todo lo que puede... se debería establecer un cupo máximo de piezas abatidas por escopeta. Los cotos se gestionan con planes técnicos de aprovechamiento cinegético, y es la Comunidad la que debe aprobarlos o rechazarlos y de vigilar y controlar su estricto cumplimiento", asegura Álvarez. La Comunidad no sancionó en la temporada pasada a ningún coto por exceso de escopetas.El director del medio natural de la Consejería de Medio Ambiente, José Javier Fernández Santamaría, replica: "La picaresca puede hacer que algún cazador se tire en un cuerpo a tierra para que no le cojan cazando de forma irregular, aunque los controles para que esto no pase son habituales".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_