La Junta y los taxistas negocian la reconversión del sector
La decisión del Servicio Andaluz de Salud (SAS) de adjudicar a empresas de transporte el traslado de enfermos -trabajo del que depende casi el 90% de los taxis rurales- fue el detonante para que las tres federaciones del sector se unieran y convocaran movilizaciones. Sin haber hecho ninguna de las protestas anunciadas, los taxistas han logrado sus reivindicaciones. Ademán, han conseguido la creación de una mesa que estudie otras antiguas demandas del sector, como la reconversión subvencionada del sector, la instalación de puntos de suministro exclusivos para taxistas a fin de abaratar los costes y el diseño de áreas metropolitanas. Las negociaciones se inician esta semana, con la participación de las consejerías de Transportes, Presidencia, Salud y Trabajo. Aunque las tres federaciones desconvocaron la protesta que habían previsto para el viernes pasado en Antequera, en coincidencia con los actos conmemorativos del vigésimo aniversario del pacto autonómico, mantienen la concentración del próximo lunes 14 en Sevilla hasta, según afirman, "no ver los resultados de los primeros contactos". Exceso de licencias Los taxistas reconocen que sobran licencias en Andalucía, pero exigen indemnizaciones para su retirada. El sector estima que adecuar la oferta a la demanda supondría suprimir cerca de 700 permisos en Sevilla, unos 500 en Málaga y alrededor de 130 en Córdoba. José Jara, presidente de la Federación de Autónomos que agrupa a conductores de ciudades, cree que habrá que hacer diferencias en las indemnizaciones porque, comenta, "no vale lo mismo una licencia en Rota que en Málaga". Para la organización de Jara, la creación de áreas metropolitanas debe ir vinculada al compromiso de las administraciones de apoyar económicamente la reestructuración. "No podemos dar pasos con promesas que después no se cumplan; porque si no, vamos a juntar el hambre de los pueblos, con el de las ciudades", dijo. El conflicto que hace año y medio enfrentó a los taxistas de Málaga con los de los pueblos por los servicios que generaba el aeropuerto ya puso de manifiesto la necesidad de reestructurar el sector. Ahora, tanto los conductores de las ciudades como los de zonas rurales han decidido sumar fuerzas para presionar a la Junta. En la comunidad hay unos 10.400 taxistas. Casi la mitad trabaja en pueblos y su supervivencia depende de los 3.500 millones que el SAS le paga por el traslado de enfermos. "La adjudicación de esos servicios a empresas condenaría a esas familias a la miseria", explicó Juan Sánchez, representante de la Federación de Taxistas Rurales. La negociación no será fácil y habrá que contar con los ayuntamientos, competentes en la concesión de licencias, y con los diferentes intereses de taxistas autónomos y rurales.
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