Los parados de Francia vuelven a tomar las calles y a pedir más subsidio
Los parados franceses están volviendo a tomar las calles y a ocupar las oficinas de desempleo, como si la señal de partida fuera la renovada iluminación navideña de los escaparates de los grandes almacenes. Al igual que el pasado año, la consigna unitaria no es otra que la "prima de Navidad", los 3.000 francos (75.000 pesetas), que reclaman para poder celebrar las fiestas con mayor holgura. Salvo en Marsella, donde han protagonizado una manifestación de 10.000 personas, el movimiento es todavía incipiente y está por ver si, como el pasado año, es capaz de poner contra las cuerdas al Gobierno de Lionel Jospin y de volver a impresionar con movilizaciones a la opinión pública.De momento, los sans emploi (sin empleo) franceses tratan de reproducir los pasos que hace 12 meses les llevaron a acaparar la máxima atención informativa y política. Al igual que hace un año, la marcha se ha iniciado en Marsella con el respaldo de la central comunista CGT y empieza a extenderse por el resto de las capitales en forma de manifestaciones y ocupaciones de las oficinas que reparten el subsidio de desempleo. En Marsella, la policía desalojó ayer a varios centenares de parados que habían ocupado las oficinas de empleo, lo que provocó forcejeos con los ocupantes, algunos de los cuales resultaron contusionados, entre ellos un concejal comunista.
Los sindicatos argumentan que pese a la reducción objetiva del número de parados, pese a las ayudas de emergencia adoptadas hace dos meses por el Gobierno para sofocar la revuelta, pese a la ley contra la exclusión votada por la Asamblea en julio último, hay más que indicios de que pocas cosas han cambiado en el mundo de los parados de larga duración y de los marginados.
Ley contra la exclusión
"La ley contra las exclusiones es una cucharilla con el que tratar de achicar un Titanic a punto de irse a pique. Estamos en la misma situación que el pasado año", ha indicado el actual presidente de la asociación de parados, Richard Dethyre. "Las causas de nuestra cólera son las míseras indemnizaciones del paro". En Rouen, en Caen, en Burdeos, en París, un poco por todo el país, surgen comités de parados que tratan de poner en marcha el movimiento.La pobreza en Francia ha cambiado notablemente el rostro en los últimos 10 años. Aunque la situación de las familias numerosas ha ido mejorando, su lugar ha sido ocupado progresivamente por las familias monoparentales, por obreros de escasa calificación y por los jóvenes.
Los estudios dan cuenta de que un 18% de franceses vive hoy día en situación de pobreza. Unos seis millones de personas dependen actualmente de los subsidios sociales, un millón y medio en situaciones de necesidad material y 300.000 no cuentan con ninguna cobertura social. El paro de larga duración afecta a 1,1 millón de personas y casi tres millones se encuentran a la espera de encontrar un trabajo.
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