La Diputación impulsa la variante de Ondarroa, parada por problemas ambientales
Hace un año, la Diputación de Vizcaya tenía parados tres proyectos de variantes en municipios por problemas ambientales: las de Berriz, Gernika y Ondarroa. Las dos primeras tienen ya fecha de comienzo de las obras y, con la aprobación, ayer, del proyecto de construcción de la de Ondarroa, se ha superado el bloqueo que se ha llegado a prolongar durante cerca de diez años. Para la circunvalación de Ondarroa se han destinado casi 1.600 millones de pesetas para construir una vía de 2,7 kilómetros, que es continuación del corredor procedente de Berriz. El plazo de ejecución es de 16 meses, por lo que la variante puede estar en funcionamiento a finales del año 2000. El problema principal de esta obra, planteada a principios de la década, es que atravesaba una zona de marismas, con lo que vulneraba la Ley de Costas. Un acuerdo entre el Gobierno central y la Diputación a principios de este año permitió mantener el trazado previsto, que discurrirá por la margen derecha de la ría Artibai. Las obras exigirán el derribo de varios bloques de viviendas y, debido a la difícil orografía del terreno, será necesario la realización de importantes desmontes y obras de contención. Con la puesta en marcha del enlace, se pretenden solventar los problemas de acceso del municipio costero a la red principal de carreteras del territorio histórico, en especial el tráfico de mercancías con origen y destino en el puerto pesquero de la localidad. Además, la construcción de la variante es clave para el desarrollo de polígonos industriales y áreas residenciales en Ondarroa, según un informe financiado por la Diputación.
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