Los atracos a bancos y los robos con violencia aumentan más del 10%

La radiografía policial de Madrid, extraída de las últimas estadísticas, indica que durante los 10 primeros meses de 1998 se han atracado más bancos (un 17% más), ha habido más robos con violencia (un 13% más) y han sido sustraídos más coches (un 11,7% más). Con todo, el delegado del Gobierno en Madrid, Pedro Núñez Morgades, del PP, recordó ayer que el número total de delitos ha descendido en lo que va de año con respecto al anterior. Entre enero y octubre de 1997, la policía registró 106.936 denuncias; en el mismo periodo de tiempo de 1998, este número se ha quedado en 106.263, esto es, un 0,53% menos.También se hizo público ayer el grado de eficacia policial: los agentes han descubierto al culpable o a los culpables de un 78% del total de asesinatos y homicidios registrados en 1998 en la capital. En cuanto a las violaciones (o delitos contra la libertad sexual), el porcentaje de éxito policial es menor: sólo se ha resuelto hasta ahora el 53,13% de este tipo de delitos en lo que va de año. En los robos con intimidación y robos a bancos, se detiene al autor, aproximadamente, en el 78% de los casos.

Existen unos delitos clave a la hora de provocar alarma en la población. No son especialmente graves, pero sí numerosos (el 80% del total) y particularmente sensibles a la ciudadanía. Son los siguientes: tirones, robos con intimidación, robos en pisos, robos de vehículos, robos de objetos en vehículos y "menudeo de droga". Según los datos presentados ayer, relativos a los primeros 10 meses de este año, los robos violentos y los de coches han subido, pero los tironeros han actuado un 6% menos, los cacos especialistas en desvalijar pisos un 4,5% menos y los amigos de llevarse objetos de otros en vehículos también un 11,7% menos. No hay datos del "menudeo de droga" porque, según apuntó ayer la policía, "es un concepto un poco ambiguo, en el que se incluye el gamberrismo".

Policía de barrio

Para un alto mando policial, el descenso de estos delitos está directamente relacionado con la policía de barrio. Actualmente, estos agentes trabajan en los distritos de Centro, Arganzuela, Carabanchel, Puente de Vallecas y Hortaleza. A partir del año que viene, el Cuerpo Nacional de Policía tiene pensado intensificar la vigilancia para que baje aún más este tipo de delitos y que tanto los índices de criminalidad como la sensación de inseguridad se reduzcan en la capital. Esta medida será tomada, además de en Madrid, en otras cinco grandes ciudades españolas: Barcelona, Valencia, Alicante, Sevilla y Málaga.Toda esta batería de cifras la presentaron ayer el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, del PP, y el delegado del Gobierno a la salida del Consejo Local de Seguridad Ciudadana. A este organismo asistieron, entre otros, el juez decano de Madrid, Fernando Fernández, quien indicó que a partir de enero "se pondrán en marcha los juicios inmediatos", en los que en un día se decidirá el destino de un detenido; es decir, podrán ser juzgados en 24 horas, siempre y cuando el detenido confiese la autoría del hecho o se le sorprenda en el momento en el que comete el delito. También aseguró Fernández que los juicios rápidos, que ahora no llegan a mil al año, "a partir de 1999 serán cinco mil".

Las estadísticas también se han detenido en observar la evolución de las distintas tribus urbanas que operan en la capital. En 1997 los más activos, con 50 agresiones, fueron los cabezas rapadas, de ideología neonazi y muy peligrosos. En los primeros 10 meses de este año, el número de agresiones de este grupo ya va por 36. Los bakalaeros, otra tribu urbana, conocida por su afición a la música tecno y que el año pasado se vio envuelta en 23 agresiones, ya lleva 32 en 1998.

La seguridad en el metro también ha sido objeto de análisis. El año pasado la policía registró 4.649 hechos delictivos. En los 10 primeros meses de este año, esta cifra ha descendido a 3.257, es decir, un 29% menos. La mayoría de estos delitos son hurtos de carteristas en los vagones a viajeros despistados, daños a las intalaciones de la compañía o falsificación de los distintos títulos de transporte para entrar sin pagar.