200 profesores "aprenden" a fomentar la lectura

Leer es un placer y si los jóvenes no son capaces de saborerarlo se debe, en parte, a que no les han enseñado. Más de 200 docentes de Educación Primaria y Secundaria participan desde el pasado martes y hasta hoy en unas jornadas organizadas por el Centro de Profesorado de Málaga (CEP) para hacer realidad uno de los principios de la reforma educativa: ampliar el tiempo que los alumnos dedican a la literatura. "Cuanto más se lee, más capaz se es de entender el mundo", señaló Bautista Martínez, asesor de Lengua y Literatura del CEP. "Y a leer se aprende leyendo, no estudiando un catálogo de obras y autores", manifestó este docente, que opina que la escuela prima demasiado la historia de la Literatura en vez de favorecer más el enfrentamiento directo de los estudiantes con los textos. "Con la LOGSE se terminará revitalizando esta concepción, pero los profesores aún no se han empapado de la reforma", aseguró. Para ayudar a esta adaptación que exige la LOGSE, los docentes participaron en varios talleres donde pudieron ver la metodología que otros profesores emplean en la enseñanza de la lecto-escritura. "Todas ellas se caracterizan por ser eminentemente activas y lúdicas en la que leer se convierte casi en un juego", señaló Martínez. La cenicienta del colegio Es el caso del taller ofrecido por Juan Prado Piñeiro, Federico como excusa o la complejidad educativa, una experiencia educativa que puso en marcha el curso pasado en la que "se desempolvó la escuela de tiza" y se presentó a los alumnos de forma directa las obras de Federico García Lorca haciendo hincapié en "otra de las cenicientas del colegio": la expresión oral. "El profesor tiene que partir de los registros orales de los muchachos e intentar abrirles la curiosidad y darles las herramientas para que aprenda cómo habla el literato", dijo Prado, quien no cree que haya que ver en la televisión un enemigo de la lectura. "Lo que no se puede hacer es poner a leer a los niños de 10 años Platero y yo, que es un libro dificilísimo. Hay que sentarles frente a un libro acorde con sus capacidades".