Avalancha de atestados en Madrid contra automovilistas sin seguro
Los jueces de instrucción de Madrid (los que investigan delitos) están recibiendo una avalancha de atestados contra automovilistas que conducen sin el seguro obligatorio. Sólo el año pasado, los 46 jueces de instrucción de la capital encausaron y llevaron a juicio a 13.357 conductores que circulaban sin seguro por el casco urbano. Y la afluencia de casos no cesa: en lo que va de año, un 25% de los juicios de faltas que celebran estos magistrados es contra conductores que carecen del preceptivo seguro. "Casi todas las semanas dedicamos una mañana entera a celebrar juicios de este tipo", confirma Santiago Pedraz, titular del Juzgado de Instrucción 26 de Madrid.Esta invasión de atestados se debe a que el nuevo Código Penal de 1996 tipifica ahora como falta un hecho (carecer de seguro obligatorio) que hasta entonces se dilucidaba y sancionaba en la vía administrativa. "El hecho de tipificarlo como falta e incluirlo como sanción penal es porque así lo establece la normativa comunitaria", subraya el juez Pedraz.
El fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Mariano Fernández Bermejo, se ha mostrado partidario de despenalizar esta figura: "Es como matar moscas a cañonazos", señaló durante la presentación de la memoria de su departamento, en la que dio cuenta del abultado número de diligencias que se están abriendo por este motivo, y que vienen a congestionar aún más los juzgados de Madrid. La patronal del seguro, Unespa, calcula que un millón de conductores españoles circulan en la actualidad sin el preceptivo seguro.
Vía administrativa
Varios jueces consultados por este periódico coinciden con el fiscal jefe de Madrid en que la carencia de seguro debería ser sancionada, como antes, en la vía administrativa, "que es más dura aún que la legislación penal", afirman.Hasta la entrada en vigor del nuevo Código Penal, en el año 1996, conducir sin el seguro obligatorio significaba exponerse a una sanción administrativa. "Tráfico retiraba el carné durante seis meses y, además, imponía multas que podía llegar hasta las 250.000 pesetas", asegura un juez. Ahora, sin embargo, no tener el coche asegurado significa enfrentarse a un juicio de faltas, con los consiguientes trámites y plazos judiciales que el proceso implica, si bien la sanción rara vez supera las 15.000 pesetas.
