Una alavesa y un argentino comparten el premio del certamen de vídeo navarro

La realizadora alavesa Cristina Arrazola-Oñate, de 33 años, y el argentino Jacobo Sucari, de 40, ganaron ayer ex-aequo el sexto Festival de Vídeo de Navarra con sus obras Life tapes. Erantzungailua y REM. Estudios sobre el comportamiento nocturno, respectivamente. Ambos se repartirán las 850.000 pesetas del premio especial del concurso. Life tapes. Erantzungailua es una sencilla y original reflexión sobre cómo las funciones de cualquier aparato de vídeo están íntimamente ligadas a las vidas de las personas, mientras que la obra de Sucari se centra en la imagen onírica de los sueños. "Muchas personas sienten las funciones usuales de un vídeo como parte de su propia vida, grabar, reproducir, borrar, ir para atrás", explicó la ganadora. A la sección de concurso del festival se presentaron casi 200 vídeocreaciones de toda España, algunas de ellas en Internet o CD-Rom. Vicente Carretón, portavoz de un jurado en el que también han deliberado Claudia Gianetti, Kepa Landa, Antoni Muntadas, Marcelo Expósito y el director general de Cultura de Navarra, Tomás Yerro, destacó "el gran trabajo de posproducción de las obras en concurso, que evidencian el acceso mayoritario a equipos técnicos muy cualificados y la superación de la etapa del vídeo doméstico". El jurado, eso sí, echó en falta "una mayor profundidad temática en el desarrollo de las propuestas audiovisuales" de muchos jóvenes creadores, pero alabó "la creciente preocupación de las facultades de Bellas Artes" por estas fórmulas creativas. También fue compartido el premio al artista revelación, dotado con 275.000 pesetas, que obtuvieron la joven bilbaína Ana Marín Sánchez, por su obra Ipuin-Conte-Tale-Cuento, y Roberto Aguirrezabala, por su proyecto en Internet Easyone. El galardón al mejor realizador navarro, remunerado con 325.000 pesetas, recayó en Txuspo Poyo por Control. El premio especial del jurado, dotado con medio millón de pesetas, fue a parar al videógrafo catalán Eugeni Bonet por Homenaje a Becquer, una pieza de una serie de cinco dedicada al poeta Juan Eduardo Cirlot.