La Comunidad rechazó hace un año las autopistas subterráneas del alcalde

El dinero lo recuperarán mediante el cobro de los peajes para circular por las autopistas subterráneas y las 30.000 plazas de aparcamiento previstas para captar los vehículos. Tal y como está diseñado el proyecto, los 50.000 coches que, según Alberola, usarán la red no podrán salir en ningún momento a la superficie. Para circular por las calles tendrán que volver a salir por una de las autopistas a la M-40 y retornar a la superficie.Los 12 túneles previstos (de dos carriles cada uno) estarían unidos por un anillo central de cuatro carriles horadado bajo el barrio de Salamanca y el paseo de la Castellana. Este anillo, bautizado por el Ayuntamiento como M-10, tendría un diámetro de 1,2 kilómetros.

El edil de Obras considera que las tuneladoras utilizadas para el metro pueden ejecutar su obra. Otros expertos dudan de que esas máquinas que amplían el suburbano puedan construir un túnel para cuatro carriles. "Y si las tuneladoras no hacen esos túneles, ¿cómo lo van a hacer? ¿A mano?", se preguntó uno de los ingenieros que está realizando la ampliación del metro.

Cortés, por su parte, eludió concretar las dificultades que presenta, a su juicio, la REVS. "No sé si se trata del mismo proyecto que me presentó a mí la empresa. Me imagino que la empresa lo habrá mejorado. Es un proyecto que hace un año no vi con buenos ojos y ahora estoy mirando con los ojos en blanco", ironizó.

Fernando Morán, candidato socialista a la alcaldía de Madrid, señaló por su parte que "las posiciones dentro del PP, Comunidad y Ayuntamiento, parecen incoherentes por antagónicas, ya que difieren abiertamente sobre la titularidad del subsuelo madrileño. No se ponen de acuerdo al respecto". Para el candidato socialista "no parece que existan estudios técnicos previos y, además, de haberlos, nada le hubiera impedido al Ayuntamiento incluir en el último presupuesto municipal, aprobado por el PP, una partida para este importante asunto", informa Rafael Fraguas.

Según Fernando Morán, "el proyecto obedece a una cierta megalomanía quimérica, a una visión presuntamente futurista que deforma las cosas y les otorga proporciones enormes". A su juicio, "en todas las grandes ciudades este tipo de planes ha sido descartado; he de recordar que la fórmula subterránea del polígono Azca demostró ya en su día ser un fracaso. Creo", concluyó, "que no se trata de enterrar los problemas de la ciudad en el subsuelo, como pretende hacer el PP, sino que más bien se trata de hacer Madrid más habitable en la superficie, que es donde la ciudad vive. En definitiva", añade, "creo que el PP ha lanzado esta idea con miras preelectorales".

La candidata a la alcaldía de Madrid por IU, Inés Sabanés, comentó ayer que si resultara elegida no perdería "ni un minuto" en estudiar el plan de las autopistas subterráneas. Para Sabanés, la idea responde a un "planteamiento desarrollista de la ciudad propio de los años sesenta". Para la candidata de IU, "el Madrid del siglo XXI no tiene que apoyarse en el vehículo privado". "Fomento, que debe enterrar tendidos eléctricos, se dedica a enterrar las autopistas", concluyó.