'Luces de Bohemia', de Valle-Inclán, se suma a la conmemoración del 98
La Comunidad de Madrid pensó que Divinas palabras, una de las más importantes obras de Valle-Inclán, era uno de los montajes idóneos para conmemorar el centenario del 98. Porque, en esta obra, el célebre autor gallego retrata la sociedad española del otro fin de siglo y su decadencia. José Tamayo ha dirigido la versión que se presenta hoy en el teatro Bellas Artes de Madrid con los actores Pedro María Sánchez, Kiti Manver, Alicia Hermida, José Hervás y Juan Antonio Quintana.
Esta versión de Divinas palabras forma parte del programa de actos conmemorativos del centenario del 98 organizados por la Comunidad de Madrid. Escrita a principios de siglo, en ella, a pesar de que la acción transcurre en una recóndita aldea gallega, Valle-Inclán retrata la miseria y la decadencia de toda la España de final del siglo pasado. "Con Divinas palabras, Valle nos presenta un retablo que parece del medievo, pero tiene rabiosa actualidad, es de vanguardia", declaró ayer Tamayo.El director José Tamayo acomete por tercera vez la dirección de esta "tragicomedia de aldea", considerada como una obra de muy difícil representación por la cantidad de personajes (Tamayo ha contado con un elenco de casi cuarenta actores, la mayoría de ellos jóvenes profesionales elegidos tras unas audiciones) y lugares que aparecen.
"Trato de que lo único que permanezca de las anteriores versiones sea el texto de Valle-Inclán, que era un gran amante de nuestro idioma. El español de Valle es de los más ricos del pasado y del presente", declaró Tamayo, cuya primera versión de esta pieza la realizó en 1961. "Es cierto que es una responsabilidad muy grande volver a montar Divinas palabras. Pero creo que estoy haciendo una lectura muy diferente del texto de Valle y pretendo superar lo que hice antes. Me consta que todos los que trabajamos aquí vamos a dar a Valle-Inclán en su máxima pureza", añadió Tamayo.
El director ha vuelto a contar con la colaboración de un pintor para la realización de los decorados y el vestuario (Benjamín Palencia, Vázquez Díaz o José Caballero son algunos ejemplos). Esta vez se trata de José Lucas. Antón García Abril ha compuesto las piezas musicales de la obra.
Con Divinas palabras, Valle-Inclán rindió homenaje a Galicia, a la que retrató aquí convertida en un territorio por el que campa la lujuria y la muerte. Está protagonizado por seres marginados en los que la avaricia y la lujuria desencadenan la trama: la pugna entre dos de ellos, Marica del Reino y Mari-Gaila, por la posesión de un enano lisiado que arrastrarán por ferias y romerías, y el adulterio de la última con un farandulero trashumante. Un sentimiento de piedad aparece en el escenario al final de la obra, que termina con las divinas palabras con las que el sacristán perdona a su mujer.
Divinas palabras, en el teatro Bellas Artes (Marqués de Casa Riera, 2. Metro Banco), a partir del 25 de noviembre. Horarios en cartelera. Precio, de 3.500 a 2.000 pesetas.
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