Aquella vieja taberna

Antonio Machín, Los Panchos o Betty Misiego son sólo parte de la nómina de artistas que comenzaron a desfilar por Vera a finales de la década de los cuarenta. Por entonces este costero municipio almeriense no conocía aún el renombre que más tarde alcanzaría gracias al reclamo turístico que le han reportado sus playas nudistas. Sin embargo, eso no amedrentó a Antonio Carmona Gallardo en su empeño por convertir la pequeña terraza de cine de verano que le legó su padre en el punto de peregrinación de los más reconocidos artistas de la época. Una vieja taberna de pueblo fue su mejor escuela. La regentaba Ginés Carmona y allí, sirviendo vinos y tapas varias para echar una mano en el negocio, el joven Antonio, hijo de Ginés, empezó a conocer los misterios de la hostelería. Con el tiempo, el tesón de Antonio Carmona le llevaría a convertir aquella humilde tasca en uno de las ofetas hosteleras más prestigiosas de toda la provincia almeriense. La muerte del padre sorprendió a Antonio Carmona con 16 años. Antonio era hijo único y por entonces se encontraba estudiando en un centro de Jesuitas en Orihuela (Alicante). No lo dudó un momento. Abandonó los estudios y se enfrascó en el empeño de honrar la memoria de su progenitor haciéndose cargo del negocio. Comenzó animando las verbenas del pueblo con actuaciones de cantantes de fama. Ser menor de edad no le supuso una traba: buscaba a alguien que le respaldara en los contratos y se lanzaba a una aventura que, a fuerza de constancia, le ha reportado un merecido reconocimiento. Cuando no había verbenas, la terreza era la mejor propuesta para pasar una agradable velada de estío frente a la pantalla grande. De aquellos tiempos aún conservan las paredes de la actual Terraza Carmona carteles anunciadores en los que se pueden leer sugerencias como la siguente: "Sábado. Primero Nodo. Segundo, la preciosa película llena de gracia y gran amenidad Lo que desea toda mujer, por Claudette Colbert". En 1980 Antonio Carmona Gallardo, que ha celebrado ya 58 cumpleaños, inauguró un hotel-restaurante que se ubicó en la antigua terraza de cine. La labor de ampliación fue prácticamente ininterrumpida hasta 1992. La plantilla de trabajadores asciende a 26 empleados fijos más una quincena de personal extra los días en los que el ajetreo es mayor. El esfuerzo y el trabajo que Antonio Carmona ha sabido hacer cuajar sobre los cimientos del legado de su progenitor han reportado numerosos reconocimientos a la Terraza Carmona que han culminado con la concesión de Premio Andalucía de Turismo. Antonio Carmona y su mujer, Manuela Baraza Muñoz, han logrado perpetuar la tradición familiar implicando en el negocio a cuatro de sus siete hijos. Ginés es el maître del restaurante; Antonio, el jefe de cocina; José se encarga del bar y la cafetería y Beatriz es la directora del hotel. Todos ellos respaldan su trabajo con diversos estudios sobre hostelería, turismo y gastronomía. La Terrraza Carmona ha paseado la gastronomía almeriense por lugares tan dispares como Tokio, Bilbao o Bruselas. Pero siempre han permanecido fieles a su línea: "Nuestra carta siempre ha concedido especial importancia a la gastronomía de la tierra. Antes la gente venía buscando gambas o cigalas. Ahora nos piden gurullos o migas, porque son cosas tradicionales que ya no se cocinan tanto en las casas", explica Ginés Carmona.