Un juzgado investiga a dos jefes de Costas en Cataluña por una trama de corrupción

El responsable de la Dirección General de Costas en Cataluña, Manuel Novoa, el jefe de la provincial de Girona, Enric Girona, así como otros funcionarios gerundenses dependientes del Ministerio de Medio Ambiente están siendo investigados por el juzgado número 6 de Girona por su presunta implicación en una trama corrupta que habría actuado en la Costa Brava a lo largo de los últimos diez años. La Guardia Civil investiga este caso desde hace cuatro meses, a raíz de la detención de un topógrafo.

Los presuntos delitos que se atribuyen a los responsables de Costas, de los que se desconoce si ya constan como imputados en la investigación judicial bajo secreto sumarial, son malversación de fondos públicos, soborno y tráfico de influencias. Las investigaciones de la trama corrupta llevadas a cabo por la Guardia Civil desde hace unos cuatro meses han llevado también sobre la pista del funcionario gerundense Jordi López Vives, poseedor de un importante patrimonio que difícilmente puede atribuirse a los honorarios de sus ocupaciones laborales. Otro de los funcionarios gerundenses investigados por la Guardia Civil es Lluís Hontecillas, al que se atribuye un papel secundario en la red. Las investigaciones en torno a la trama corrupta de Costas intentan demostrar, partiendo del testimonio inicial de un topógrafo al que se han ido sumando otros trabajadores del Ministerio de Medio Ambiente y del antes llamado Ministerio de Obras Públicas y Transportes, que el cobro de comisiones en la adjudicación de las obras de la zona marítimo-terrestre constituye una práctica común en el litoral gerundense.Los agentes de la Guardia Civil trabajan con la hipótesis de que la adjudicación de las obras en los concursos públicos estuviese amañada de antemano y que los presupuestos se calculaban entre un 40% y un 60% por encima de su valor real. Es previsible que, además de los responsables de Costas, el juez llame a declarar a diversos empresarios y constructores que podrían estar implicados en la red corrupta. Las citaciones del caso podrían superar el medio centenar. La investigación de la Guardia Civil se ha encaminado también hacia las obras públicas con elevados presupuestos que se han llevado a cabo en los últimos años en el litoral gerundense en una decena de poblaciones, entre las que se encuentran Roses y Calonge.

Colaboración ministerial

Agentes de la Brigada de Delitos Monetarios se han desplazado a los archivos centrales de Madrid para contrastar su documentación con la que se guarda en la delegación de Girona. Cuando se conoció la existencia de la investigación judicial, el ministerio de Medio Ambiente reconoció la existencia de graves irregularidades en la delegación de Girona, pero aseguró que no había ningún alto cargo implicado. Por su parte, el ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado, se puso en contacto con la Guardia Civil para ofrecer su colaboración.La Guardia Civil empezó a tirar del hilo de la trama corrupta a partir de la declaración del topógrafo Francesc Martín Parra, que fue detenido cuando intentaba vender documentación extraída de manera fraudulenta de la delegación de Costas de Girona al empresario figuerense Josep Aldehuelo. El topógrafo ofreció al industrial, muy conocido en los medios judiciales por sus reiterados litigios con las administraciones, copias de documentos que probaban la existencia de graves irregularidades en la delegación, por los que le pidió dos millones de pesetas. Aldehuelo comunicó a las autoridades los pormenores del ofrecimiento de Martín y la Guardia Civil decidió grabar en una cinta magnetofónica la transacción.

El funcionario de Costas fue detenido en el mismo restaurante y posteriormente fue puesto en libertad con cargos después de prestar declaración ante el juez. Hace unas semanas, el topógrafo denunció que había recibido amenazas.

Francesc Martín Parra dispone de protección policial desde que su domicilio fue asaltado por unos desconocidos que rebuscaron entre su documentación. Estas acciones se atribuyen a un intento de amedrentarlo para que el topógrafo se decida a guardar silencio.