Dirigentes de Unió pronostican que Sánchez será secretario general

VIENE DE LA PÁGINA 1 Fuentes de la dirección de Unió pronosticaron ayer que Sánchez Llibre en realidad está llamado a ocupar la secretaría general del partido, hoy en manos del consejero de Trabajo de la Generalitat, Ignasi Farreres. Farreres, que últimamente ha expresado en privado su deseo de replantearse su dedicación política, podría dejar sus cargos actuales en el partido y en el Gobierno catalán para integrarse en la candidatura de CiU a las elecciones europeas de junio de 1999, según fuentes de la cúpula democristiana. Esta operación contaría, según la misma versión, con el beneplácito de Duran, pero aún no está decidida. La integración de Farreres en la lista europea de CiU desplazaría a la actual eurodiputada de Unió, Concepció Ferrer. Ferrer acaba de ser elegida vicepresidenta de la Internacional Demócrata Cristiana, y la dirección del partido acaricia la posibilidad de colocarla como candidata a la alcaldía de Figueres en el curso de la difícil negociación con Convergència sobre las candidaturas de la coalición CiU a las elecciones municipales de 1999. Si esta pretensión acabara cristalizando, Farreres vería libre de obstáculos el camino hacia Estrasburgo. Todos estos movimientos de tropas -sumados al ingreso de Duran en el Parlament en la próxima legislatura, donde Unió ya ha anunciado que no se abstendrá de disentir e incluso de votar distinto de Convergència cuando lo considere oportuno- forman parte de la estrategia que está diseñando la dirección democristiana para remarcar el perfil propio del partido y colocarlo en la mejor posición posible para entrar a medio plazo en la era del pospujolismo o para hacer frente a una eventual quiebra de la coalición con Convergència, nacida hace ahora 20 años. Después de que Convergència le negase a Duran el segundo puesto de la candidatura de Pujol a las elecciones autonómicas de 1999, Unió está convencida de que sus aspiraciones de crecimiento ya han tocado techo dentro de CiU y de que la ruptura de la alianza es inevitable a medio plazo. La promoción de Duran Los democristianos sostienen que sus aliados convergentes se niegan a admitir que Unió ya no es el minúsculo partido de hace 20 años y que, en consecuencia, no pueden seguir dispensándole el mismo trato que entonces. La dirección de Convergència, en cambio, acusa a Unió de anteponer la promoción política de Duran al interés general de la coalición. Duran declaró ayer, al término de la reunión del consejo nacional democristiano, que el nombramiento de Sánchez Llibre servirá, además de para reforzar la estructura interna del partido, para "intensificar la relación de Unió con la sociedad civil y para asegurar una mayor implantación territorial del partido". Sánchez Llibre dejará de inmediato su cargo de portavoz adjunto del grupo de CiU en el Congreso, puesto que pasará a manos del también diputado democristiano Manuel Silva. El nuevo secretario de organización mantendrá su escaño hasta el final de la legislatura, pero luego no volverá a presentar su candidatura, ni al Congreso ni a ninguna otra Cámara legislativa, según confirmaron ayer mismo Duran y el propio interesado. Con esta última información, Duran destacó la importancia que la dirección del partido quiere darle a la función del encargado de fortalecer y hacer crecer la organización democristiana. Sánchez Llibre se ha encargado en los últimos años de engrasar las relaciones de Unió con los grandes partidos estatales, y especialmente con el PP, con cuyo líder, José María Aznar, tiene una buena relación. El consejo nacional de Unió constató ayer la falta de acuerdo con Convergència sobre las candidaturas municipales de CiU. El secretario general, Ignasi Farreres, reconoció el esfuerzo negociador de ambas partes, señaló la existencia de una aproximación entre las respectivas posiciones y pidió -y logró- el apoyo del consejo para seguir negociando.