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Dimite el director general de la COPE tras las presiones de José María García

La cadena de la Conferencia Episcopal exige al periodista que vuelva al trabajo

El director general de la COPE, Pedro Díez, presentó anoche la dimisión de su cargo, según informó anoche la SER, tras las presiones ejercidas estos días por el director de deportes de la cadena, José María García, para que Díez abandonara la empresa. García también pretendía que dejara su puesto el presidente de la COPE, Salvador Sánchez Terán. El periodista no había acudido a su puesto de trabajo en la última semana como medida de presión contra Díez y Sánchez Terán. La COPE dio a García de plazo hasta el miércoles para que reconsidere su actitud.

Fuentes de la COPE indicaron que García no ha expuesto oficialmente "ninguna demanda" concreta a la cadena, ni ha aparecido físicamente por las instalaciones centrales de aquella desde hace ocho días. "Estamos a la espera de que decida volver de vacaciones", explicó ayer un portavoz de la empresa radiofónica propiedad de la Conferencia Episcopal. Fue el propio García quien hizo público el problema al explicar su ausencia de los micrófonos, en un acto celebrado en Zaragoza, como una consecuencia de su enfrentamiento con la dirección de la cadena, alegando que no está "preparado" para luchar contra su empresa."José María García tiene su contrato en vigor y todo su equipo sigue trabajando según las previsiones deportivas", subrayó el mismo portavoz. Todo parece indicar que el momento de no retorno se producirá mañana, si el periodista no se pone al frente de la transmisión del partido amistoso entre España e Italia.

El problema planteado por García se refiere, al menos, a dos de los miembros del comité ejecutivo de la COPE: el presidente de la cadena, Salvador Sánchez Terán, y el director general, Pedro Díez, a quien García considera necesario cambiar. Otras figuras de la COPE no se han embarcado en el conflicto. Ni Luis Herrero, ni Federico Jiménez Losantos -conductores de La mañana y La linterna, respectivamente- se han sumado a la actitud observada por García.

El coste de los programas deportivos de la COPE ha sido objeto de numerosas polémicas internas, máxime cuando la pérdida de audiencia frente a sus competidores es muy fuerte. García se vio sobrepasado por José Ramón de la Morena en abril de 1995, y desde entonces sus respectivas audiencias se han distanciado mucho. Según el Estudio General de Medios (EGM) del segundo trimestre de este año, Supergarcía tuvo 1.075.000 oyentes, medio millón menos que El Larguero.

Fuentes de la COPE insisten en que sus programas deportivos registran unas pérdidas aproximadas de unos 500 millones de pesetas, como ya se publicó en este periódico el 8 de julio pasado. El dato fue negado por el consejero-director general de la COPE, Rafael Pérez del Puerto, en una carta a EL PAÍS publicada el 11 del mismo mes.

Para obtener las cifras concretas, las fuentes consultadas se basan en datos de la propia cadena y en los estudios que anualmente realiza la empresa Infoadex para el control de la competencia y la inversión de publicidad en las emisoras de radio. Según dichas fuentes, las cifras redondas serían las siguientes: los programas deportivos tienen unos ingresos brutos que oscilan entre los 2.500 millones y los 2.600, lo que supone unos 2.200 millones netos tras aplicar el 14% del rappel publicitario. Los costes directos de estos programas son de 2.000 millones, con lo que, en una primera aproximación, darían 200 millones de beneficio. En esos costes se incluyen los gastos de colaboradores, viajes y personal. Una parte sustancial de estos 2.000 millones corresponde a los emolumentos que cobra el propio José María García, que oscilan en torno a los 1.300 millones anuales.

Pero en estos costes no figura la parte correspondiente de los gastos generales de la cadena que hay que adjudicar a los espacios deportivos. Entre otros conceptos, el de ocupación de tiempo es uno de los criterios más usuales en las emisoras para repartir los gastos generales entre los distintos departamentos: informativos, musicales, dramáticos, deportivos y otros. Dado que los gastos generales de la COPE ascienden a unos 5.000 millones, y que a los programas deportivos les corresponde un tiempo aproximado del 14%, habría que añadir a los 2.000 millones de costes directos unos 700 millones de la parte que le corresponde de los gastos generales, con lo que los presuntos beneficios de 200 millones se convierten en 500 de pérdidas.

García no ha respondido a las llamadas hechas por este periódico en los últimos días.

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