La Asociación de Bares de Copas critica la redada en la sala Candela

José Luis Salazar, presidente de la Asociación de Bares de Copas de Madrid, consideró ayer desproporcionada e injustificable la redada de los antidisturbios en la sala flamenca Candela , en la madrugada del sábado. La policía sacó del local y cacheó a un grupo de 120 personas en busca de navajas y droga. "Se ha hecho un daño irreparable a los bares de copas", señaló ayer Salazar. El delegado del Gobierno, Pedro Núñez Morgades, justificó la intervención en las denuncias vecinales.

Salazar consideró "una pena" que la policía hubiera elegido para su irrupción nocturna un local como Candela, "muy significado culturalmente". La intervención policial se saldó con dos detenidos (un inmigrante polaco y otro chino). Los agentes no encontraron ni navajas ni droga. Los 120 clientes del Candela (entre los que se encontraban figuras del flamenco como Navajita Plateá y Tomasito) protestaron por el trato recibido.El delegado del Gobierno desmintió ayer que, dentro de la estrategia de la Operación Luna (puesta en marcha para erradicar las armas blancas de la noche madrileña), se haya pensado en redadas masivas en el interior de los bares de copas. Sin embargo, tan sólo dos días antes, fuentes policiales aseguraron a este periódico que la actuación en la sala flamenca Candela no era excepcional y que las redadas en el interior de los locales iban a continuar en las próximas semanas.

Núñez Morgades aclaró: "Sólo actuamos cuando hay denuncias vecinales o, como en este caso, nos pide ayuda la Policía Municipal, que, pese a que había intentado entrar en el local en varias ocasiones, nunca lo había conseguido".

El delegado del Gobierno asegura que la intervención de la policía se produjo a las cinco menos veinte de la madrugada. "A esa hora", explica Núñez Morgades, "el local debería estar cerrado. Además, según el informe de la policía, rebasaba en un 25% el aforo máximo permitido. Si no hubiéramos intervenido y se hubiera producido una catástrofe, nos hubieran acusado por imprudencia", se justifica. "Y había más de cinco denuncias vecinales contra el local por ruidos, exceso de aforo y vulneración de los horarios de cierre en el último año".

El presidente de la Asociación de Bares de Copas replicó: "Un bar de copas no es la corte de los milagros. Allí, la gente va a divertirse, no a delinquir. Esperamos que estas redadas no vuelvan a repetirse".