Maragall propone que Borrell y Almunia apliquen en el PSOE la "bicefalia pacífica" existente en el PSC

Los problemas provocados por la inesperada situación de bicefalia en el PSOE tienen solución y para ello sólo hay que fijarse en lo que sucede en otros partidos socialistas, según afirmó ayer el candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall. El candidato citó los casos de Francia y Alemania. Y propuso a José Borrell y Joaquín Almunia que apliquen el modelo de "bicefalia pacífica" instaurado en el PSC por él mismo y el primer secretario, Narcís Serra. Según el ex alcalde de Barcelona, que ayer dictó la lección inaugural de un curso sobre ciudades de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, la dificultad estriba en superar una época de liderazgo marcada por un personalidad muy fuerte, la de Felipe González. "Lo mismo pasará en Cataluña cuando no esté Pujol", añadió irónico. Maragall no quiso manifestar su opinión sobre la reunión que ayer celebraron los barones del partido socialista, pero se mostró convencido de que "no habrá protestas, porque la intención es mirar al futuro". "El PSOE es un partido federalista y la Constitución también lo es, lo que pasa es que en 1978 sonaba a la Primera República y daba espanto. Ahora han pasado 20 años y ya somos mayores de edad para llamar a las cosas por su nombre. España tiene una Constitución federal". Para Maragall, federación "es pacto" y lo que tienen en común todas las autonomías es España, dijo. El dirigente socialista catalán habló también de políticas fiscales. A su juicio, debería haber un promedio europeo de esfuerzo fiscal, "porque las regiones ricas están diciendo al Estado que están llegando al límite de su esfuerzo fiscal". Las cifras de lo que aporta cada comunidad deberían ser públicas, dijo el candidato socialista, quien cuantificó la aportación catalana al Estado en 740.000 millones de pesetas, "un 6% del producto nacional catalán, un porcentaje superior al de la mayoría de las regiones de Europa". Deuda histórica Preguntado sobre la reivindicación andaluza de la deuda histórica, Maragall dijo que "cada uno tiene sus peticiones, deuda histórica o futura". "Lo mejor es que la gente conozca las cifras. La crispación se produce cuando la gente no sabe, no porque la gente sepa. Así disminuiría la crispación". En cuanto a las ciudades, hizo una comparación entre Sevilla y Barcelona: "Compartimos el 29 y el 92", dijo Maragall en referencia a las exposiciones y los juegos olímpicos, "y hemos tenido que aguantar eso de "ustedes ya tuvieron en su día". Para el socialista, lo ideal sería que las propias ciudades supieran "generar sus acontecimientos".