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Entrevista:ANDALUCÍA, SIGLO XXI

"El principal objetivo de la arquitectura es hacer ciudades"

Margot Molina

JOSÉ SEGUÍARQUITECTO Y URBANISTA José Seguí está convencido de que las ciudades hechas a medida del hombre nunca pueden ser el resultado de actuaciones independientes, sino de la aplicación de un mismo criterio que vele por la calidad de vida. Este arquitecto y urbanista lleva 25 años haciendo que Andalucía sea cada vez más habitable.La gente pasea por una ciudad, entra y sale de ella por unas arterias que alguien ha tenido que trazar pensando no sólo en mañana, sino en lo que sucederá dentro de medio siglo. El común de los mortales no se para nunca a pensar en los urbanistas, pero ellos son como el director de orquesta sin cuya batuta las ciudades, al igual que los sonidos, serían un cúmulo de despropósitos. José Seguí, nacido en Valencia en 1946 pero recriado en Málaga desde que tenía seis años, es uno de los grandes urbanistas del sur. Sus intervenciones, premiadas nacional e internacionalmente, han hecho más coherentes urbes como Málaga, Ronda, Antequera o Granada y, actualmente, está intentándolo con Córdoba. Por eso, el presidente de la Junta, Manuel Chaves, ha querido que su opinión se oiga en el foro Andalucía Nuevo Siglo, un proyecto en el que participan 230 profesionales de diversos campos y que trazarán las líneas generales por donde la comunidad debería moverse en el siglo XXI. Pregunta. ¿Cuál será la misión del urbanismo en el siglo próximo? Respuesta. Los conceptos de urbanismo y arquitectura no funcionan por separado, esa es una deformación que tenemos los arquitectos. Ambos están unidos como si se tratara de las dos caras de una misma moneda. El objetivo principal de la arquitectura es hacer ciudades y eso es algo que muchos parecen olvidar. P. ¿Se ha traducido ese olvido en proyectos de edificios que no respetan el entorno en el que se construyen? R. Sí, esto es algo a lo que asistimos continuamente. Incluso es una deformación profesional que nace en las mismas escuelas de Arquitectura. La diferenciación absurda entre arquitectura y urbanismo hace que se le dé un protagonismo exclusivo al edificio. Ésta es una de las razones del fracaso de los arquitectos: no saben crear ciudad y eso lo padecen los individuos que habitan en esos espacios. P. ¿Es este afán de protagonismo que padecen algunos arquitectos un fenómeno nuevo? R. Sí, se ha dado más en la última mitad de este siglo. En la historia de la arquitectura del siglo XIX y principios del XX nunca se planteó esta enorme disfunción de escalas. La labor del arquitecto era un trabajo técnico y artístico, era el encargado de crear formas en todas sus escalas: objetos, edificios y ciudades. P. ¿Se trata entonces de un mal que arranca en el desarrollismo de los años sesenta? R. No, es una consecuencia de un enfoque profesional que comenzó en la década de los cuarenta y todavía permanece en nuestras escuelas. P. ¿Intentan actualmente los profesionales solucionar esta disfunción? R. Existen edificios que funcionan técnicamente bien y planes urbanísticos que cumplen la Ley del Suelo, pero no se puede decir que sean arquitectura, ni actuaciones urbanísticas, porque permanecen ajenos al principal objetivo: crear una ciudad en la que las distintas escalas estén integradas en un solo discurso. P. ¿Qué considera más importante para el desarrollo de una ciudad, la inversión pública o la privada? R. Hay que buscar un equilibrio entre lo privado y lo público. Los modelos han fracasado cuando el péndulo se ha ido a los extremos, como ocurrió con la especulación privada que generó el desarrollismo de los años sesenta, o el excesivo intervencionismo estatal que se dio en la década de los ochenta. Estamos abocados a buscar el equilibrio. La rentabilidad económica que genera la actividad del sector privado debería estar acompañada por una rentabilidad social. P. La vivienda es uno de los temas que más preocupa al ciudadano y muchos de ellos sólo pueden aspirar a la adquisición de Viviendas de Protección Oficial (VPO), ¿se han quedado anticuados los modelos actuales? R. Ocurre con bastante frecuencia en la historia el hecho de que los acontecimientos van por delante de las reflexiones profesionales. La sociedad ha cambiado demasiado para seguir ajustándose a un modelo tradicional de vivienda y eso nos obliga a los arquitectos a generar productos adecuados a esta nueva demanda. Hay que tener en cuenta las necesidades de los jóvenes, los jubilados y las familias monoparentales. P. ¿Se está haciendo algo desde la administración para satisfacer esas nueva demanda? R. Me temo que en la residencia, los políticos continúan con el discurso grandilocuente de 1992, pero no existen investigaciones. La vivienda es tan importante como un parque público o una estación de autobuses. P. ¿A qué factores se debe el último encarecimiento de las viviendas? R. El precio de la vivienda es excesivamente alto si tenemos en cuenta sus costes reales. El incremento se produce, sobre todo, por el alto precio del suelo, algo que podría controlarse desde la administración pública a través de un planeamiento adecuado. P. ¿Hacen falta más VPO en Andalucía? R. En los últimos años se han construido muy pocas VPO y eso hace que exista una bolsa de demanda muy grande. P. ¿Qué papel jugarán las ciudades andaluzas en la nueva Europa? R. Estamos viviendo un momento en que las ciudades han cobrado más importancia que las naciones. En este sentido, Andalucía tiene muchas ventajas, ya que cuenta con grandes ciudades europeas. Granada, Córdoba, Sevilla y Málaga tienen muchas posibilidades de colocarse en la primera línea de salida. P. Después de los triunfos que han cosechado algunos arquitectos andaluces en la última década, ¿hay sitio para nuevas figuras? R. Me resisto a pensar que la historia de la arquitectura contemporánea en Andalucía esté acabada. Hay gente que ya podría hacer el relevo profesional. P. ¿Qué le parece la idea de crear un foro de debate para sentar las bases del futuro de Andalucía? R. La iniciativa me parece muy buena porque es pluralista. Después de una primera etapa de excesivo protagonismo político, el mundo laico puede aportar mucho desde las plataformas profesionales.

"El precio de la vivienda es excesivamente alto si tenemos en cuenta sus costes reales"

José Seguí Valenciano, afincado en Málaga, 52 años. Arquitecto y urbanista. Profesor en la Escuela de Arquitectura de Granada.Premio Nacional de Urbanismo en 1985 y 1987. Premio Internacional Gubbio (1997).

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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