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8.500 atletas se enseñorearon de las calles de Bilbao

El País

Son los meses del atletismo, entendido como reunión multitudinaria de aquellos aficionados a soportar el olor corporal en salidas atestadas, codazos deportivos y miseria compartida. Después de los maratones de Nueva York o Amsterdam, de la exagerada (en cuanto a participación se refiere) Behobia-San Sebastián, la Herri Krossa de Bilbao confirmó ayer el tirón de las pruebas populares en el País Vasco. En una carrera desprovista de apellidos ilustres, y repleta de nombres desconocidos (los auténticos protagonistas en estos casos), los atletas Asier Zarraga e Isabel Albo alcanzaron cómodas victorias en sus respectivas categorías. La undécima edición de la prueba, disputada sobre 10 kilómetros por unos 8.500 corredores (se batió levemente la marca registrada el año pasado), fue de nuevo un homenaje al deporte popularizado hace unas décadas por los norteamericanos. Poco más de 30 minutos Asier Zarraga, escapado poco antes del primer kilómetro, apenas se vió inquietado durante el recorrido. Jon Salvador le siguió de manera estéril e incluso pagó su esfuerzo al ser desbordado por el basauritarra Arturo Jurío. El vencedor llegó a la meta situada en la Gran Vía bilbaína en 30 minutos y 59 segundos, es decir, medio minuto largo respecto a Jurío, al que Asier Ribera intentó sobrepasar para alcanzar la segunda plaza. La bilbaína Isabel Albo se impuso sin grandes alardes en la categoría femenina invirtiendo un tiempo de 39.17, en tanto Iraia García ocupaba el segundo lugar al paso por meta. La prueba se disputó por calles y avenidas del centro urbano de Bilbao, muy despejado de público en esta ocasión debido a la lluvia y a las frías temperaturas que se registraron en la capital vizcaína durante todo el día de ayer. Todos los participantes, entre los que se contaban numerosos inscritos de eades comprendidas entre los 8 y los 12 años, vestían camisetas blancas entregadas por la organización de la Herri Krossa. Escenas similares a las vividas ayer se repetirán el próximo domingo: la Santurtzi-Bilbao, un clásico entre las media maratones (se disputa sobre una distancia de 21 kilómetros), será la excusa para perpetuar una costumbre saludable.

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