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Un grupo de pasajeros de un vuelo suspendido se amotina en Manises y ocupa durante dos horas otro avión

Ante la expectativa de cubrir el trayecto en autocar al cancelarse su viaje, varias decenas de pasajeros del vuelo de Air-Nostrum Valencia-Sevilla con salida a las 20.25 se amotinaron ayer, hacia las 20.50, en el aeropuerto de Manises y ocuparon un avión de la compañía de Iberia cuya salida a Madrid estaba prevista a las nueve y media de la noche. Ni la Policía Nacional ni los agentes de la Guardia Civil lograron hacerles bajar. Finalmente, pasadas las once, el delegado del Gobierno, Carlos González Cepeda, logró convencer a los amotinados, que dejaron el aparato con la promesa de que otro avión, procedente de Barcelona, les trasladaría a Madrid. En el mismo vuelo estaba previsto que viajaran, ya de madrugada, los verdaderos pasajeros del vuelo 349 con destino Madrid, que iba completo por ser el último de la semana laboral, y que permanecían en la sala de embarque a la espera de que el aparato tomado por los clientes sevillanos fuera desalojado. Alguno tenía que enlazar a medianoche con vuelos transoceánicos a Sâo Paulo y Montevideo. "Nos hemos sentido tremendamente humillados", explicó tras descender del avión uno de los pasajeros que ocupó el aparato. Este viajero andaluz explicó que el problema surgió cuando los pasajeros de un vuelo anterior al suyo con destino a Bilbao, entraron en la sala de embarque con "muy malas maneras, moviendo papeles y armando jaleo" y reclamaron una solución para su viaje, que acababa de ser cancelado. "Nuestra sorpresa es cuando vemos que les dan un vuelo y es nuestro avión el que se cancela", añadió el pasajero, uno de los 62 con destino a Sevilla. Según informaciones de Iberia, a estos clientes se les ofreció devolverles el dinero, pernoctar en Valencia o coger un autocar a Sevilla. "Entonces decidimos emplear la misma técnica", afirmó este afectado en referencia a la actitud de los clientes del vuelo a Bilbao; la oportunidad surgió al ver un Boeing 727 con capacidad para 120 pasajeros vacío en la pista. Las cifras sobre las personas que abordaron el avión por la puerta trasera oscilaban anoche, según las fuentes, entre 15 y 30. Los clientes con vuelo a Madrid no salían de su asombro. "Mi avión ha sido tomado por un grupo de pasajeros airados", comentaba Juan Caño. Estos viajeros estaban indignados con la situación. También se quejaron de no haber sido informados del motín en ningún momento. Al cierre de esta edición, los pasajeros de ambos vuelos esperaban en una sala del aeropuerto la llegada del avión que debía llevarles a Madrid. Salvador Tomás, ejecutivo de servicio del aeropuerto, declaró que en 35 años de servicio, no había visto nada igual.

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