Ibarretxe quiere que el PSOE respete a los socialistas vascos

El futuro lehendakari, Juan José Ibarretxe, quiere garantías de que el PSOE va a respetar los contenidos de un eventual acuerdo de Gobierno entre el PNV y el PSE-EE.

En el PNV hay una evidente preocupación por el clima que se respira en el PSOE. Así, considera una condición previa que el secretario general de los socialistas vascos, Nicolás Redondo Terreros, garantice que el camino que van a recorrer en los próximos días no tenga el obstáculo añadido de un PSOE cuyos principales "dirigentes están enfrentados" con las consecuencias negativas que puede generar un discurso variado.

Por su lado, fuentes de la Ejecutiva del propio PSE aseguraron que sus decisiones serán asumidas en su totalidad, al ciento por ciento, en Madrid.

El PNV va a realizar una negociación paralela con el PSE y con EA a pesar de que Carlos Garaikoetxea se reunió ayer por la tarde con Ibarretxe en la primera cita seria para la formación del nuevo Gobierno. Sin embargo, es con el PSE con el que tiene que recorrer el camino más largo para desbrozar asuntos como una postura conjunta en materia de pacificación, un aspecto cuyo acuerdo decidirá la entrada del PSE en el Ejecutivo o su pase a la oposición.

Excarcelaciones

Por otra parte, Redondo Terreros afirmó ayer que el Gobierno central debe llamar a todos los partidos políticos para crear una mesa en la que se definan de forma consensuada las líneas estratégicas a seguir en todo lo relacionado con la política penitenciaria.Para él, la respuesta a la tregua de ETA debe ser "exclusivamente" el cambio en la política penitenciaria, ya que, a su juicio, vincular otro tipo de decisiones o iniciativas al alto el fuego de la banda terrorista supondría "legitimar las acciones de los violentos".

El líder de los socialistas vascos reconoció, eso sí, que la reforma de la política penitenciaria es un asunto "muy difícil y delicado" porque hay que buscar una reconciliación "y aquí ha habido mucho dolor".

A pesar de mostrarse a favor de esta iniciativa y de reconocer que "se puede hablar de todo", Redondo rechazó que se adopte cualquier decisión política que no tenga que ver con las cárceles como respuesta a la tregua de ETA. "La Declaración de Lizarra no la firmamos nosotros", concluyó.