Bancaixa y Saur rompen sus tratos en Aguas de Valencia hasta la adjudicación de Egevasa
Las negociaciones entre la sociedad Saur Internacional, de la multinacional francesa Bouygues, y el Banco de Valencia, del Grupo Bancaixa, para aumentar la presencia de capital valenciano en la sociedad Aguas de Valencia antes de que se ajudique el servicio municipal de agua en la ciudad de Valencia, en el año 2002, se han congelado hasta que la Diputación de Valencia resuelva el concurso para privatizar el 49% del capital de Egevasa, al que optan por separado Aguas de Valencia y el grupo de accionistas nacionales de la sociedad (BCH, Bancaixa y otros).
El Ayuntamiento de Valencia y la propia Generalitat apoyan desde hace casi un año un aumento de la presencia de capital valenciano en la sociedad Aguas de Valencia, cuyo socio mayoritario, con un 43% formal, es la sociedad Saur Internacional. La valencianización de la compañía que ofrece un servicio estratégico para la ciudad de Valencia fue asumida por los socios extranjeros como una solicitud lógica para renovar la concesión del servicio. El fallecimiento de Fernando Abril Martorell, presidente de la sociedad, y la dimisión de un consejero de Saur propiciaban la remodelación del capital antes de la constitución del nuevo consejo de administración de Aguas de Valencia. Fuentes vinculadas a los socios nacionales en las negociaciones para reducir el capital de Saur a un 35% y aumentar la presencia del Banco de Valencia a un 20% paralelo al 20% que controla el Banco Central Hispano, explican que las primeras exigencias formuladas por los socios franceses imposibilitaron cualquier acuerdo. Según su versión, los representantes de Saur exigían el pago de 500 millones de pesetas anuales en calidad de socios tecnológicos una vez reducida su presencia accionarial, cuando los beneficios de Aguas de Valencia rondan los 700 millones. Los consejeros de Saur en Aguas se habían embarcado en una serie de operaciones a través de la empresa Gestagua, que gestiona concesiones esencialmente en Andalucía, que han resultado fallidas. Los socios nacionales temían la instrumentalización de Aguas de Valencia para resolver los problemas financieros de Gestagua. Las negociaciones llegaron a un punto muerto a principios de verano. El naviero Vicente Boluda, amigo personal de Martin Bouygues al que está vinculado en negocios de transporte marítimo y a través de la sociedad financiera Indosuez, se ofreció entonces para mediar ante Saur. Rafael Bravo de Laguna, hermano de un diputado canario del PP, también hizo gestiones en favor del desbloqueo de la negociación con la empresa Saur, que también tiene concesiones de servicio en las Islas Canarias. Entretanto se celebró un consejo de administración en ausencia de los representantes franceses que elevó a Álvaro Aguirre, consejero delegado de Aguas de Valencia, a la condición de vicepresidente. Un consejo que ha sido impugnado por Saur. En septiembre Saur propuso situar a Jaime Lamo de Espinosa en la presidencia de la sociedad y llegó a negociar un precio de venta de sus acciones al Banco de Valencia en torno a las 4.700 pesetas. Bancaixa y Saur llegaron a un preacuerdo a mediados de octubre en Palma de Mallorca que debía ser ratificado por el consejo el 20 de octubre. Saur exigió que se aplazara la compra hasta el 31 de diciembre. Bancaixa solicitó una opción de compra con una fianza de 1.000 millones pero Saur sólo ofreció 25. Las negociaciones quedaron rotas dos días antes de que se cerrara el plazo para concursar por el 49% de la sociedad Egevasa, propiedad de la Diputación de Valencia. Egevasa es una empresa menor, pero sería un rival de entidad frente a Aguas de Valencia si el servicio municipal de distribución de aguas fuera objeto de concurso. Aguas opta a la privatización de Egevasa. Bancaixa, a través de la sociedad Vainmosa, BCH y otros socios, como Lubasa, también formalizaron una opción apresurada. Rotas las negociaciones una vez más se produjo la entrada sorpresa de Boluda, quien dice tener una opción de compra de un 15% de Saur. Boluda y Saur remitieron el pasado 5 de noviembre una propuesta a Bancaixa para llegar a un acuerdo. Boluda trasladaría el 10% de su capital al Banco de Valencia pero conservaría cuatro miembros en la comisión ejecutiva de la sociedad con sólo un 5% del capital, por dos de cada uno de los restantes socios (Saur, BCH y Bancaixa). Lo más sorprendente de la propuesta es que vincula cualquier acuerdo a la retirada de la oferta de Bancaixa sobre Egevasa, una opción que se perfila como favorita para la adjudicación del concurso. Egevasa se ha convertido en un arma clave cuyo control bloquea cualquier trato hasta su adjudicación, prevista para enero.
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