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UNIVERSIDAD

Rodríguez Marín se desmarca del frente de rectores que exigen más financiación por criterios de rentabilidad

La amenaza de crisis, y desde varios frentes, se cierne sobre las espinosas negociaciones sobre la revisión del plan de financiación universitario a medida que se acerca el próximo lunes, fecha prevista para que las cinco universidades públicas valencianas retomen las negociaciones con la Generalitat. La primera fisura, y la más visible, apareció la semana pasada en la última reunión que sostuvieron los equipos económicos de todas las universidades en el campus de la Jaume I de Castellón, cuando éstos manifestaron su malestar por la incapacidad del consejero de Educación, Francisco Camps, para centrar el diálogo y consensuar una reforma del modelo de financiación y pidieron negociar directamente con el presidente Eduardo Zaplana. La segunda, se vislumbró el miércoles con las declaraciones de Jesús Rodríguez Marín, rector de la Universidad Miguel Hérnandez de Elche y considerado un delfín del Gobierno de Zaplana, en las que éste apostó por resolver de forma individual los problemas financieros de cada universidad. Desde la óptica de los negociadores, ambas situaciones incidirán con peso en la reunión que está prevista que el lunes mantengan el consejero de Hacienda, José Luis Olivas, y los equipos económicos de las cinco universidades. Según fuentes próximas a la negociación, la desvinculación de la Miguel Hernández era un gesto anunciado. El propio Rodríguez Marín se desmarcó en privado en la reunión de Castellón donde los equipos económicos de las cinco universidades ultimaron la propuesta de revisión del modelo, en la que piden que el Consell duplique el gasto público universitario y destine unos 70.000 millones de pesetas, para equiparar el sistema público universitario valenciano al de los países comunitarios, ya que está en el furgón de cola de las autonomías españolas que tienen un nivel de renta per cápita similar. No obstante, y pese a que la petición repercutiría en beneficio de las cinco instituciones, Rodríguez Marín admitió en privado que él no puede seguir sosteniendo la posición conjunta que defiende el frente de rectores, ya que él, según las mismas fuentes, reconoce que "no vive del presupuesto que está en los papeles". Es decir, de los 1.500 millones de pesetas que el Consell habilitó en una partida separada para la Miguel Hernández. Esta defensa de una financiación individual se entiende en términos de rentabilidad, añaden las mismas fuentes. Los Presupuestos para 1999 consignan un aumento del 8% respecto al año anterior para las cuatro universidades y de un 33% para la recién creada Universidad de Elche.

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